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Reseña el portal Elmundo.es (2018) que Macondo es uno de los referentes del realismo mágico, el movimiento literario que surgió a mitad del siglo pasado en Hispanoamérica y que se caracteriza por incluir elementos fantásticos en una historia en principio real, con una coherencia y en un ambiente tales que propician que el lector ni siquiera se cuestione los hechos.

Macondo, es ese pueblo fantasioso cuyos mapas y descripciones han llegado a sugerir que se trata del pueblo natal, Aracataca, del Nobel de Literatura de 1982, el cronista, cuentista y novelista colombiano Gabriel García Márquez (q.e.p.d), quién hoy estaría cumpliendo 92 años. De él el nobel llegó a decir: «Macondo no es un lugar sino un estado de ánimo».

A García Márquez se le considera el padre de esta corriente literaria en donde sus precisas descripciones, fusionaban lo real con la fantasía, lo que dotó de esa magia su narrativa. Pero a casi 70 años de haber surgido el realismo mágico, en momentos que las tecnologías digitales se encontraban apenas en embrión, estas mismas están contribuyendo a que dicho realismo mágico hoy se traslade a la arquitectura.

En la conferencia que dictara el arquitecto Jorge Noreña (2018) del colectivo risaraldense Ruta 4 en la Sede de Tunja, Boyacá, de la Universidad Santo Tomás expresó que «La arquitectura tiene que trascender más allá de las aulas, tiene que preguntarse y reflexionar acerca de lo que es ella misma, y cuál ha de ser la posición política y humana de los arquitectos en el mundo».

Y en otro pasaje agregó que «Queremos aprender y hacer arquitectura de una forma distinta a la que se aprende y hace en el aula y bajo el mando de un profesor. Queremos sumergirnos en el mundo del realismo mágico porque sabemos esto de donde viene y quienes hemos leído Cien Años de Soledad, queremos hacer esto que viene de la literatura para volverlo arquitectura: contar historias y entender el juego entre lo real y lo mágico».

En efecto recientemente ha surgido un nuevo género arquitectónico de tendencia biofílica, en la que se mescla arquitectura con naturaleza en escenarios fantásticos, con la ayuda de la Inteligencia Artificial (IA).

Y el arquitecto Jean-Jacques Balzac (París, 1984), de la mano de la inteligencia artificial, es uno de los que irrumpe como pionero que está provocando la génesis de esta nueva tendencia. Quesada (2024) reseña que recién llegado a la IA reconoce utilizarla solo desde 2023 tras haber hecho algunas pruebas el año anterior con otras herramientas menos inteligentes, como el mismo dice, pero a fe que la ha abrazado con el entusiasmo de un nuevo adepto. Pero ¿Quién es este disruptivo creativo? ¿Qué es lo que está proponiendo?

Fuente: fisheyeimmersive.com, cortesía Jean-Jacques Balzac

 

Semblanza de Balzac

El mismo Quesada lo describe como un enigmático, celoso de su anonimato y parco en palabras, como un Banqusy -seudónimo del artista inglés Robbie Banks-de lo digital, que prefiere no desvelar su identidad real y parapetarse tras su seudónimo, y suministrar la información con cuenta gotas.

Este Arquitecto de formación titulado en la Escuela de Bellas Artes de París, a lo largo de su trayectoria ha utilizado su profesión como base para descubrir otras disciplinas creativas, como la fotografía, el diseño y el arte. Para él, la razón de generar estas imágenes es por puro placer, en sus propias palabras «para divertirme durante las pausas para el café».

Empleado en una agencia de arquitectura, Balzac es una de las muchas figuras anónimas de la arquitectura y desea seguir siéndolo. En su tiempo libre, a menudo, mientras viaja, desarrolla un cumulo de imágenes arquitectónicas que navegan por las fronteras del realismo y el absurdo, desplegando una suave ironía constructiva, reseña Namías (2024).

 

La propuesta de Balzac

Lo que propone Balzac es una fusión de arte, fotografía y arquitectura que con la ayuda de la IA, genera bocetos no estructurados de piezas arquitectónicas casi surrealista, que quedan capturadas en imágenes inspiradoras, trasladando de esta manera el realismo mágico literario a un realismo mágico arquitectónico, que pareciendo ficción, puede convertirse en toda una realidad.

Su producción se centra en las estampas ilusorias, en las que enormes estructuras de hormigón irrumpen en playas y piscinas, o como paredes encaladas que se alzan en entornos desolados o escaleras que no conducen a ninguna parte encalladas entre la playa y el agua.

De esta manera la IA esta transformando al arquitecto en un artista digital, como está sucediendo en muchos otros campos creativos. Los avances de la IA están abriendo nuevas puertas artísticas dentro de la arquitectura, y como lo sugiere el portal Fisheyeimmersive.com (2024), esta apertura está ampliando las aportaciones de la creación digital al quehacer diario de los arquitectos, pero que también da origen a un nuevo sombrero híbrido de arquitecto/artista capaz de expresarse a través de las redes sociales o a través de proyectos editoriales en la frontera de la fotografía y los relatos de ciencia ficción.

Fuente: fisheyeimmersive.com, cortesía Jean-Jacques Balzac

Balzac hace parte de un grupo de artistas digitales que, a través de sus obras, disfrutan imaginando la ciudad del futuro, en la realidad física, pero también en los nuevos mundos virtuales del Metaverso. Pero gracias a las nuevas herramientas digitales como la IA y sus diferentes ámbitos de aplicación -ChatGPT, MidJourney, Dall-E, Stable Diffusion-, los propios arquitectos están dando el paso, afirmando una visión artística digital que solo requerirá, mejores dispositivos y arreglos para expresarse.

Este arquitecto digital se ha centrado especialmente en propuestas arquitectónicas mutantes, ofreciendo avenidas sutilmente vegetadas u orgánicas que nos permiten repensar la producción arquitectónica a través de la IA. Para lograrlo aprovecha matrices creativas como MidJourney, que ofrece posibilidades de introducir directamente, a través del mensaje, un texto descriptivo, una imagen o una mezcla de texto descriptivo e imagen, permitiendo obtener hasta cuatro imágenes ligeramente diferentes desde la inmensidad de datos visuales de la web.

Refiriéndose a la plataforma MidJourney 5, Balzac sostiene que es una herramienta que permite realizar pruebas rápidamente, explicando al mismo portal que «por ejemplo, si quiero mesclar la arquitectura clásica de principios del siglo XX con la arquitectura marroquí, esto puede darme rápidamente una visión general, con las cuatro imágenes ligeramente diferentes obtenidas que me permiten optar rápidamente por tal o cual diferencia». Y agrega que es un proceso controlado que se puede comparar con un proceso de dirección artística a través del cual es posible comprender elementos importantes, como las proporciones y los colores, haciendo la salvedad de que es fundamental mantener el dominio y la experiencia arquitectónica con esta herramienta.

Parafraseando al mismo portal no es equivocado afirmar que más allá de la experiencia técnica en la realización de bocetos, planos y dibujos, lo más apreciable es la nueva perspectiva que aporta la IA sobre el propio edificio, sobre su perspectiva de desarrollo y su estética, la que está aportando una nueva mirada creativa, del arquitecto a un método de creación, potencialmente más abstracta y desenfrenada.

Sin duda nos encontramos ya inmersos en una nueva tendencia arquitectónica, que apoyada en la IA y varias de las herramientas que se nutren de ella, está marcando una trasformación de la actividad arquitectónica hacia estadios impensados, pareciendo transitar de un realismo mágico literario a uno arquitectónico, en donde el diseño arquitectónico produce ejemplares o piezas, que siendo absolutamente fantasiosas, son absolutamente posibles de llevar a la realidad material. El francés Balzac es uno de esos arquitectos y diseñadores digitales que aprovechando la IA está proponiendo una nueva forma de asumir la arquitectura llevándola a límites que rayan entre los surreal o la fantasía y la realidad.

The end of the summer, de Jean-Jaques Balzac
Fuente: arquitecturaydiseno.es, cortesía Jean-Jacques Balzac

 


Referencias