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Fuente: archdaily.co
El mundo laboral está cambiando vertiginosamente,
y sus espacios deben ir acompasados con él.

Las distintas revoluciones industriales en su momento han impuesto nuevas condiciones para que en el ambiente del trabajo no solo se garanticen la seguridad de los trabajadores sino también para ofrecer condiciones óptimas que estimulen la productividad de las personas vinculadas al mundo productivo.

Hemos creído que la arquitectura y la construcción se circunscriben al levantamiento de viviendas o al desarrollo de obra civiles, por lo que tenemos la tendencia a pasar por alto el papel determinante que juegan en la creación de condiciones funcionales para el desarrollo del trabajo, desde la misma concepción o diseño.

El médico Castillo en la descripción de su libro La arquitectura de la prevención (2019) hace una advertencia y deja entrever un llamado de atención acerca del aseguramiento de estas condiciones desde el momento mismo en el que se están diseñando y proyectando las construcciones que han de albergar a los trabajadores de las distintas actividades productivas. En esta dirección sostiene que «Al reflexionar sobre la arquitectura de las estrategias de prevención, se evidencia un vínculo entre las formas típicas de organización en el trabajo con la salud y la seguridad». Y agrega que «De alguna forma dicho fenómeno se manifiesta mediante la informalidad laboral como forma de trabajo predominante en Colombia y en el mundo, del cual surgen diversos interrogantes, entre estos, los relacionados con la estimación y la gestión de los riesgos en el trabajo».

Por su parte Workplaces considera que «Durante años se pensó que para mejorar la eficiencia y productividad de los empleados el entorno de trabajo debía ser diseñado según la tradición taylorista: espacios abiertos, despojados y anónimos que posibilitaran el control y evitaran las distracciones» (Workplaces, 2017). Para este autor, esta postura hoy está a lo sumo revaluada y por el contrario considera que los nuevos tiempos y los avances en diversos aspectos del quehacer imponen la necesidad de concebir lugares de trabajo enriquecidos que impacten en la motivación, el compromiso y consecuentemente en el rendimiento de las personas.


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Refiere Workplaces que Psicólogos Organizacionales de la Universidad de Exeter, Inglaterra, sostienen que «Subestimar el rol que juega el espacio de trabajo en la forma de sentirnos y realizar nuestras actividades es un error». Según los mismos, el diseño de los espacios de trabajo no solo afecta el bienestar de las personas sino que también influye en su satisfacción, su rendimiento y en su compromiso con la organización.

No puede desconocerse que a nivel global el mundo del trabajo al igual que en muchos otros aspectos ha venido cambiando paulatina y determinantemente lo que también ha llevado a la inexorable transformación de los espacios de trabajo, por lo que hoy se imponen los espacios laborales que facilitan la movilidad y ‘el principio de no territorialidad’.

Al respecto, Workplaces sostiene que «en una oficina no territorial, nadie tiene un puesto fijo». Y agrega que «A medida que transcurre el día, las personas irán ocupando distintos espacios de acuerdo con su propia agenda y con las características de trabajo que estén llevando».

Pero el avance en la tecnología, especialmente digital, hoy es la que más está marcando la tendencia de reconcepción y transformación del espacio laboral. El efecto inmediato es que permite una mayor flexibilidad y la posibilidad de crear un entorno que facilite la creación y la innovación que conducen a que fluya el trabajo colaborativo.

Afirma Overstreet que la «Big Data, Inteligencia Artificial (IA) e Internet de las Cosas (ioT) ha(n) mejorado nuestras vidas en la esfera digital, ayudándonos a comprender mejor los espacios que habitamos» (Overstreet , 2020). Y agrega que «Además de los sistemas y equipos inteligentes que ya forman parte de nuestra vida cotidiana, que se han incorporado en las últimas décadas, están surgiendo otras tecnologías que prometen revolucionar nuestros espacios de trabajo, a los que tarde o temprano, también debemos adaptarnos». 


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De esta manera no es descabellado afirmar que la calidad y la seguridad de los espacios laborales comienzan con el diseño arquitectónico. Pero también, no hay duda de que el éxito de la Arquitectura en asegurar esos espacios de calidad que cumplan con los requerimientos antes señalados y con visión modernista y de futuro, ha de apoyarse en los aportes de la medicina laboral, la psicología organizacional y la ergonomía.

Aporte de la medicina a los espacios laborales

Respecto al primer aspecto, es preciso resaltar la importancia que Castillo Martínez le da en su estudio al hecho de que la arquitectura y la construcción recurran a los aportes de la medicina en el trabajo para la concepción y proyección de espacios laborales que garanticen condiciones de seguridad integral. En esa dirección considera que «los conceptos que se deben tomar en cuenta para integrar las reglas de acción de los individuos, las formas de hacer prevención, y las nociones relacionadas con el diseño de la prevención y los programas que ayuden al manejo del riesgo en el trabajo».

Aportes de la Psicología a los espacios laborales

Ya se refirió antes lo que consideran los psicólogos de la universidad de Exeter que ocurriría si en la actividad de diseño y construcción del hábitat laboral no se incorporan referentes científicos de la disciplina de la psicología.

Refiere Workplaces que según recientes investigaciones en psicología ambiental ha podido establecerse que «conferirles a los empleados más participación en las decisiones sobre el diseño del espacio de trabajo también aumenta la percepción de control que los trabajadores tienen sobre su entorno, lo que lleva a una mayor satisfacción y productividad».

Esto lleva a precisar que en estos tiempos modernos se hace imperioso que las oficinas o lugares de trabajo cuenten con mobiliario de trabajo ajustable, equipos móviles, iluminación graduable, control de temperatura, espacios de reunión tanto formales como informales, salas que inviten a la reflexión y creatividad, que son altamente valorados por los trabajadores o empleados de cualquier empresa. 

La Ergonomía y sus aportes a los espacios laborales

Ergonomía es el vocablo que se «deriva de la palabra griega ‘ργον’, o ergon, que significa trabajo, y nomos, que significa leyes naturales» (Arquitectura Pura, 2020). Se tiene entonces que «la ergonomía es la ciencia que estudia la eficiencia del hombre en su entorno de trabajo».

Según el mismo portal que trata temas de arquitectura «El primer uso de la palabra apareció en 1949, cuando un grupo de personas decidió formar una nueva sociedad, cuyo nombre era ‘Sociedad de investigación ergonómica’. Se enfocaron en el desarrollo y descubrimiento de conocimiento que concierne a las características de los seres humanos que son aplicables al diseño de sistemas y dispositivos». El diseño de esos sistemas y dispositivos deben facilitar en condiciones de comodidad y eficiencia el desempeño de las personas en cualquier labor.

Agrega el portal que «la interacción entre humanos y otros elementos de un sistema puede aplicarse a teorías, principios, datos y métodos de diseño». Agrega el mismo que esas interacciones se realizan con el propósito de optimizar el bienestar humano y el rendimiento general del sistema, por lo que el objetivo principal de la ergonomía «es esforzarse por lograr el entorno de trabajo más eficiente y cómodo para trabajar dentro y alrededor».

Se tiene entonces que en la concepción y proyección de los proyectos de arquitectura se precisa acudir a las características socioculturales, psicológicas y físicas de los usuarios para lograr la ergonomía adecuada, y ha de ser a partir de éstas que se definen las proporciones y dimensiones específicas en un proyecto arquitectónico. 


Fuente: archdaily.co

En conclusión, es indiscutible que las nuevas condiciones impuestas por los avances del mundo digital que ha conllevado a que sistemas y equipos inteligentes entren a hacer parte de la vida cotidiana al igual que el surgimiento de nuevas tecnologías, están revolucionando los espacios de trabajo que cada vez más se alejan de viejo concepto taylorista que por casi un siglo estuvieron prevaleciendo en la definición de casi todos los aspectos del mundo industrial y productivo, incluidos sus espacios laborales y las condiciones de seguridad en el trabajo.   

Esa tendencia igualmente está jalonando cada vez más el diseño y la construcción de espacios laborales que acudan a referentes que aportan las ciencias médicas, la psicología y la ergonomía. De esta manera integrada y holística se asegura el involucramiento de los empleados y trabajadores de tal forma que pueda conducir a la creación y materialización de espacios arquitectónicos que garanticen bienestar al componente humano de las empresas, que propongan que los trabajadores se sientan a gusto con su ambiente y que conduzca a motivar  su ingenio y creatividad al igual que la eficiencia en el desempeño de sus labores.


Fuente: archdaily.co

Referencias

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