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Una edificación modernista salida de estereotipos que alberga un centro de estudios y divulgación auspiciado por La ONU.

 

Quien pudiese creer que este apelativo popular «La Casa de Tarzán» se le asignara por los quiteños a una construcción que funge como sede de una organización emblemática que cumple una misión determinante en la expansión del saber y praxis de la comunicación social para la consolidación de procesos democráticos en los países de América Latina.

Es la sede del Centro Internacional de Estudios Superiores de Periodismo para América Latina (CIESPAL). Esta institución deviene de la inquietud que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en su Conferencia General reunida en París en 1955, lanzó acerca de lo que ella consideraba los múltiples problemas que presentaba el periodismo en el mundo, de la que finalmente surgiría la idea de crear Centros Regionales de Periodismo, como originalmente se les denominó. Para concretar la idea la Asamblea le asignó la misión a la Dirección General de la Organización de estudiar la viabilidad de la creación de dichos centros con el fin de promover el desarrollo y mejoramiento de los medios de comunicación colectiva en el mundo.

 

Breve Reseña Histórica

Al cierre de la asamblea del organismo multilateral se autorizó la convocatoria de una Conferencia de Expertos en Periodismo que se centraría en el tema de «La Formación Profesional de Periodistas» que se celebró el 13 de abril de 1956 y de la que se surgió la patente para la creación de dichos centros que tendría la misión de elevar el nivel de formación y educación de los periodistas de las diversas partes del mundo, en especial de regiones poco desarrolladas y con altos índices de analfabetismo.

La UNESCO acogió sin reparos la resolución dictada por la Conferencia de Expertos, la que en el informe presentado «La Formación de Periodistas» sugirió que dichos centros podrían estar adscritos a universidades, o a instituciones reconocidas o establecerse de modo independiente, siempre que contaran con los recursos suficientes para su financiamiento.

El primero de estos centros hizo apertura en Estrasburgo (Francia) en octubre del año siguiente como un establecimiento público independiente cofinanciado por el gobierno francés, el aporte inicial fue de 500 mil dólares y el compromiso de 100 mil dólares anuales para su sostenimiento.

Tras esta experiencia, en la Universidad Central del Ecuador nació la idea de crear un centro similar para América Latina, la que fue expuesta en la Segunda Conferencia de Comisiones Nacionales de la UNESCO del hemisferio occidental celebrada en San José de Costa Rica en junio de 1958.

La UNESCO y la Universidad Central del Ecuador avanzaron en la creación del centro y finalmente el Gobierno del Ecuador se unió a la idea de su establecimiento con sede en Quito, con un ofrecimiento inicial de 40.000 dólares y 30 mil anuales a partir de 1960. El 8 de octubre de 1959 había sido aprobada la constitución del centro por su Consejo de Administración y según el portal enlazandoculturas.cicbata.org (2018), el 9 de ese mismo mes se suscribió el convenio tripartito para su creación como un organismo internacional no gubernamental, autónomo, sin fines de lucro y con personalidad jurídica propia.

En la web oficial del Centro (2023) se informa que en febrero de 1960 se celebró el Seminario «Las Escuelas de Periodismo y la Prensa» como la primera actividad internacional de la CIESPAL y el 5 de octubre del mismo año se publicó en el Registro Oficial No. 30 el reconocimiento de la personería jurídica de dicho centro.

Pero más allá de lo pintoresco o picaresco del apelativo, lo que más resalta es el tipo de estructura arquitectónica que se diseñó para la construcción de su sede y las condiciones en las que se erigió.

Fuente: arquitecturayempresa.es

 

La Construcción de la Sede del Nuevo Centro

Es solo hasta el año 1978 que se decide construir la sede del CIESPAL y como lo sugiere Remón (2021) «dados sus antecedentes históricos de ser el Centro regional con sede en Quito, el proyecto nace con una marcada tendencia a convertirse en un hito arquitectónico para la ciudad».

Ubicada en la Av. Diego de Almagro N32-133 y Andrade Marín de Quito, inició su construcción en 1978 y fue inaugurada en 1990. La proyección de la construcción fue realizada por Milton Barragán en asocio con Ovidio Wappenstein, y en la opinión de los expertos se trata de la obra arquitectónica más brutalista y referente arquitectónico que se convirtió en escenario de uno de los cambios más contemporáneos en la historia del Ecuador.

Milton Barragan y Ovidio Wappenstein
Fuente: arquitecturayempresa.es

 

Una Estructura Arquitectónica Brutalista

Ramón considera que por su carácter, esta «brutalista» obra alude a la monumental Biblioteca de Buenos Aires (1972-1995). Se le considera brutalista por que encaja perfectamente dentro de aquella corriente filosófica de la arquitectura que surgió en la década de 1950, bajo la cual los edificios se caracterizaban por ser construcciones minimalistas que dejan al desnudo los materiales de construcción tanto hormigón como ladrillo o acero y otros materiales estructurales, haciendo prevalecer a dichos elementos sobre los decorativos, y como lo subraya Metrovacesa.com (2021), «traslada a los edificios una sensación de grandeza y poderío, típicos de este estilo».

El proceso de construcción de este coloso arquitectónico resultó ser todo un desafío para Barragán en tanto que la cimentación debió realizarla en un terreno pantanoso por lo que tuvo que levantar una cimentación en pilotes que se introdujeron hasta el fondo del lecho acuático hasta encontrar suelo firme, con lo que armó un árbol de hormigón que se sostiene en un núcleo del mismo material, con esa peculiar estética que da la sensación de un robusto árbol en medio de la selva, razón por la que los quiteños la apodaron «La Casa de Tarzán».

Fuente: arquitecturayempresa.es

La estructura cuenta con tres plantas con dimensión de 24 metros y 8 de voladizo. La misma reseña que el proyecto se desarrolló en torno a un eje vertical que distribuye ordenadamente la disposición de los espacios de toda la construcción. Es totalmente modular conformada por nueve módulos de 7,6 m × 7,6 m en torno al núcleo central que contiene el vestíbulo de distribución, la comunicación vertical con la escalera, los ascensores y los servicios.

Fuente: arquitecturayempresa.es

La loza que se pone sobre el tronco del árbol de hormigón en la que descansan las tres plantas se armó con forjados nervados y la materialización de los esfuerzos estructurales de la torre, se refuerzan con ocho ménsulas que recogen las cargas verticales de los pilares complementándose con los antepechos estructurales de hormigón armado que forman el cerramiento.

Fuente: Fotografía de Milton Barragán
Fuente: Fotografía de Milton Barragán

Para Barragán lo más importante fue definir los espacios que requería en plan misional del centro de formación periodística, entre ellos el auditorio para más de 400 espectadores sin columnas o vigas que interfirieran la visualización del público, mientras que el auditorio, que ocupa casi toda el área, obligó a construir la zona administrativa en un nivel superior.

Fuente: Fotografía de Milton Barragán

El programa arquitectónico del plan misional del centro se complementa con una serie de salas de recepción de diversos tamaños, aulas para capacitaciones, auditorios para convenciones y conferencias nacionales e internacionales, un centro de documentación, conjunto de oficinas administrativas, archivos, bibliotecas, terrazas y salones.

Fuente: Fotografía de Milton Barragán
Fuente: Fotografía de Milton Barragán
Fuente: Fotografía de Milton Barragán

Ramón sostiene que por todo esto el edificio tiene forma de árbol: una torre de hormigón que sostiene cuatro vigas de grandes dimensiones, las cuales sostienen las tres plantas.

Fuente: arquitecturayempresa.es

Ramón resalta que esta obra arquitectónica ha sido exaltada con varios galardones entre las que se destacan:

  • Obra incluida en la exposición Latin America in Construction: Architecture 1955-1980, MOMA, Nueva York, marzo 2015.
  • Ciespal, obra expuesta en el museo de arte moderno.
  • Edificio CIESPAL. Premio Ornato,1979

Finalmente la misma autora reseña que los dos diseñadores Milton Barragán y Ovidio Wappenstein realizaron obras utilizando varias escalas y estrategias, sin renunciar a una identidad y al brutalismo arquitectónico, cuyas características formales, constructivas y simbólicas se condensan en el edificio CIESPAL (1979), y agrega que es la obra del brutalismo quiteño caracterizada por la experimentación estructural y el uso del hormigón armado.

Sin duda esta obra, que no solo es física sino que también ontológica, en su bidimensión representa de un lado, la exaltación de los valores educativos para hacer del periodismo -una labor tan esencial para la sociedad- una disciplina que ha de cumplir un papel fundamental en el fortalecimiento de los valores y procesos democráticos de nuestros países, y del otro, una testimonio de la creatividad y el compromiso que consagra a la arquitectura como una disciplina determinante en la génesis y recreación de bienes socio-culturales superiores.

Fuente: arquitecturayempresa.es

 


Referencias