La regeneración de las plazas de mercado no es solo una tendencia, es una necesidad inaplazable.
Las Plazas de Mercado son un espacio urbano esencial para la vida de las poblaciones y las ciudades, pues ellas no solo fungen como eslabón en la cadena de suministro de alimentos provenientes de los cultivos rurales o de plantas manufactureras, al igual que como el punto de encuentro por excelencia entre campo y ciudad, sino que, inexorablemente son un espacio de interacción y socialización de la comunidad local.
Eames (2007) citado por Ángel (2020) afirmó que «Se puede saber más sobre un país, de sus sopas y su pan, que de sus museos y salas de conciertos». Y agrega que más allá de la frescura y gran variedad de productos comercializados, los artículos que en dichos lugares se ofrecen constituyen parte de lo que Abadía Morales (1983) denomina floklore demosófico que preserva un patrimonio material e inmaterial y evidencia una serie de tradiciones y expresiones de carácter popular, que trascienden en el tiempo a través de la oralidad.
En América Latina las plazas de mercado materializan no solo un fuerte eslabón entre el campo y la ciudad, sino que actúan como un imán que atrae de manera no selectiva a todos los habitantes de una localidad, en la que con regularidad se encuentran las comadres y compadres para hablar de lo divino y humano, o cuando no, despotricar de uno que otro vecino o conocido, pero también para degustar la gastronomía más tradicional y originaria de la población, y en algunos casos -no pocos- son sinónimo de desorden, suciedad, contaminación e incomodidad, por lo que terminan causando un impacto urbanístico negativo y un hábitat transitorio indeseado.
Dadas estas circunstancias, un movimiento arquitectónico viene surgiendo con la pretensión de sugerir soluciones integrales que las hagan más funcionales al igual que espacios integralmente más seguros y agradables para quienes en ellas se congregan y para quienes residen en el entorno circundante. A continuación podrán observarse algunos ejemplos.
Mercado Municipal de Braga
Esta ciudad portuguesa construyó su mercado público en 1956, pero su diseño inicial fue quedándose rezagado en relación con la evolución tanto normativa como tecnológica y de diseño. Según Moreira (2023), la municipalidad decidió adelantar un proceso de renovación contratando para ello al estudio APTO Architecture con el objetivo principal de renovar el mercado urbano existente conservando su legado arquitectónico y ampliándolo con una cubierta y una nueva ala cerrada. Señala que se rediseñaron todas las distribuciones funcionales y se agregaron nuevas áreas para adaptar la estructura a la actualidad.
Al ala principal del edificio original se le dio un carácter más lúdico mediante la nueva decoración que se le introdujo a base de varetas de madera modulares pendiendo de soportes metálicos y con la zona de restaurante de paso para catalizar la experiencia del edificio y fomentar su atractivo cautivando a nuevos públicos.
La zona de acceso público que estaba dispersa y fusionada con la de servicios se conectó a la nueva plaza central, lo que le permite al usuario desplazarse por el espacio como un todo, a la vez que refuerza la relación entre minoristas y mayoristas. También se reorganizaron todas las áreas de servicio segregándolas de los circuitos públicos, separando lo sucios de los limpios y mejorando las condiciones higiénicas conforme a las normas actualizadas.
Igualmente se agregaron muelles de carga y descarga, zonas de eliminación y tratamiento de residuos, una planta de producción de hielo y salas de corte, cocción y ahumado para los carniceros, dotando al mismo tiempo a los operarios de nuevas herramientas para optimizar el funcionamiento de estos equipos, mientras que todos los escaparates se volvieron hacia la plaza central que se convirtió en el nuevo centro de interacción, anota Moreira.
Se simplificó el edificio a dos entradas principales unidas por una rampa principal, se rediseñaron y adaptaron las pendientes de los pasillos perimetrales, se eliminaron la mayor parte de las escaleras, se unificaron todas las rampas con recorridos más cortos, limitados por núcleos de puestos intermedios, y todos los niveles se pensaron cuidadosamente para facilitar su uso a discapacitados y adultos mayores, agrega Moreira.
En términos de Vispe (2017), este ejemplo se enmarca en la nueva tendencia que va de renovación urbana -o arquitectónica- a la regeneración, en donde hipotéticamente «las intervenciones de mejora y buen manejo de las plazas de mercado contribuyen a la regeneración urbana de sectores degradados, produciendo arraigo cultural y permanencia de habitantes históricos en simbiosis con nuevos habitantes».
Fuente: Cortesía de Fernando Guerra (archdaily.co)
Nueva Plaza de Mercado de Gramalote, Colombia
Este municipio colombiano del Departamento de Norte de Santander, fue reubicado tras la catástrofe que se presentó en diciembre de 2010 debido a las fuertes lluvias provocadas por el fenómeno de la «Niña» -quizás el primer desplazamiento producto del cambio climático- que arrasaron con el casco urbano de Gramalote obligando a sus 2.800 habitantes a desplazarse a municipios cercanos.
El gobierno nacional del momento, acudiendo al Fondo de Adaptación, reconstruyó el municipio, incluyendo la nueva plaza de mercado que se ha convertido en un lugar emblemático para sus habitantes, reseña Ott (Ott, 2020). El diseño y construcción se les encomendó a Niro Arquitectura y OAU Oficina de Arquitectura y Urbanismo.
Según Ott, la cubierta se concibió para ser un referente arquitectónico y punto de encuentro para los Gramalotenses, haciendo notar que está conformada por un módulo estructural en concreto, definido por unos pliegues invertidos y un mecanismo de recolección de aguas lluvias a través de su cubierta y columnas. Agrega que al disponer de 8 módulos de tríos, se establece una cubierta que demuestra la unidad arquitectónica en el conjunto.
Al ubicarse en una topografía con pendiente de 25% a 30%, fue necesaria la concepción de un camino continuo en «zigzag» entre el acceso alto y el acceso bajo a la plaza, funcionando simultáneamente como articulador del proyecto, siendo una rampa con pendientes y descansos que facilita la circulación de un carro de mercado o de un discapacitado.
En la parte baja, conjugándose con la entrada principal, se ubican la plaza campesina, una plazoleta de comidas, bazares y espacio para eventos culturales, y por su ubicación funge como mirador hacia el paisaje, el nuevo casco urbano y la quebrada Los Apios. Alberga dos tipos de módulos -dependiendo de los productos a comerciar-, y 70 puestos comerciales.
Las texturas de las fachadas se lograron con bloques de arcilla procedente de la industria local, piezas que habilitan la visión hacia adentro a la vez que delimitan el perímetro del proyecto. Esta obra se hizo al primer puesto en la categoría espacio colectivo Cemex Colombia 2019 y segundo puesto en Premio Obras Cemex.
Proyecto de regeneración de la Plaza de Mercado de Villavicencio
Esta es una propuesta académica de un proyecto de intervención de la Plaza de Mercado San Isidro de la Capital del Departamento llanero del Meta, Colombia, que fue presentado por la Estudiante Laura Jimena Rey Lema (2019) de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, para optar a su título de arquitecta.
Su novedosa propuesta -por su doble enfoque orientado en el cambio climático y la regeneración urbana o arquitectónica- se centra en proponer el diseño y construcción de «un equipamiento de uso comercial» como mecanismo de revitalización del centro de Villavicencio y de mejoramiento de la estructura urbana mediante pasajes comerciales como una alternativa para la organización del comercio informal. La propuesta se orienta por el concepto de climas urbanos en la perspectiva de lograr un confort térmico para la recuperación y revitalización de zonas urbanas en deterioro.
Precisa que los climas urbanos se manifiestan como islas de calor causadas por la urbanización ligada a la composición socioeconómica de los barrios que integran las ciudades, sugiriendo la necesidad de una planeación urbana que opte por estrategias y acciones concretas de mitigación y adaptación de los espacios urbanos ante los procesos de cambio climático, conforme a la densidad y cantidad de dispositivos climáticos en un área determinada que permitan la creación de tantos espacios confortables cuanto propiedades climáticas diferentes que se superponen, separan, reagrupan, densifican, diluyen.
El proyecto se plantea en cinco (5) etapas:
- De Revitalización: Con un equipamiento arquitectónico destinado a la comercialización de productos del agro se busca organizar al comercio ambulante persistente en el sector, ofreciendo tanto a comerciantes como a la comunidad espacios propios con la infraestructura para la actividad comercial, en el propósito de recuperar la estructura urbana en deterioro.
- De Transformación: Se propone transformar una serie de predios con uso comercial en pasajes comerciales para ubicar a vendedores ambulantes y repotenciar el comercio en el centro de la ciudad.
- De Integración: Se sugiere un conjunto de ejes y espacios peatonales que busca conectar y articular la plaza, los pasajes comerciales, las peatonalizaciones existentes y los cielos abiertos que se encuentran en el centro de Villavicencio.
- Bioclimática: Se propone crear zonasde alta y de baja presión para ventilar el edificio, vanos y movimientos en la cubierta para el mayor aprovechamiento del aire y microclimas que aseguren confort en la plaza.
- Final: Mediante investigación y desarrollo de planimetría -planos, cortes, fachadas y detalles técnicos- sugerir soluciones a nuevos problemas arquitectónicos que se manifiesten posdiseño.
Se trata de una propuesta visionaria y con una mirada sistémica que puede representar para la ciudad beneficios socioeconómicos, ambientales y urbanísticos muy apreciables, por lo que no debe ser por nada desestimada.
Sin duda las Plazas de Mercado son un espacio público de gran relevancia para la vida social y la dinámica urbana de pueblos y ciudades, no obstante, por la nuevas tendencias en el consumo, muchas de ellas se han desmantelado, pero también algunas resultan ser una amenaza urbanística y para la salud de quienes allí habitan transitoria y permanentemente, por lo que, en aras de aprovechar el patrimonio arquitectónico, se viene forjando una tendencia arquitectónica que pretende pasar de la renovación a la regeneración de estos activos, de tal forma que se restituya su finalidad pero con un saldo positivo tanto urbanísticamente como de salubridad y seguridad.
Referencias
- Ángel Bravo, Rafael. 2020. La plaza de mercado como escenario para la identificación de diversos fenómenos socioculturales e interculturales en el continente americano. 25 de noviembre de 2020. https://revistas.javeriana.edu.co/files-articulos/APUNTES/33%20(2020)/151565310006/
- Moreira, Susanna. 2023. Mercado Municipal de Braga. 20 de enero de 2023. https://www.archdaily.co/co/995099/mercado-municipal-de-braga-apto-architecture?utm_medium=email&utm_source=ArchDaily%20Colombia&kth=6,211,887
- Ott, Clara. 2020. Plaza de Mercado Gramalote. 10 de marzo de 2020. https://www.archdaily.co/co/934989/plaza-de-mercado-gramalote-niro-arquitectura-plus-rodrigo-chain
- Rey Lema, Laura Jimena. 2019. Plaza de mercado como mecanismo de revitalizacion del centro de Villavicencio. 2019. https://expeditiorepositorio.utadeo.edu.co/bitstream/handle/20.500.12010/8422/Trabajo%20de%20grado.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- Vispe Montilla, Laura. 2017. Las plazas de mercado como herramientas de Regeneración Urbana: El caso de La Perseverancia. 2017. https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/40675/Documento.pdf?sequence=3&isAllowed=y
- Imagen de portada. Fuente: agenciadenoticias.unal.edu.co