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Los países del trópico, especialmente los subdesarrollados o en vía de desarrollo, enfrentan grandes retos para aprovisionarse de construcciones de diversos usos con las que molden exitosamente las inclemencias atmosféricas, particularmente las que tienen que ver con las altas temperaturas.

Gran parte del continente africano y algunos países asiáticos como India, son algunos de los lugares del planeta que tienen que lidiar cotidianamente con altas temperaturas que especialmente afectan de manera más determinante a grupos etarios como los de la niñez y de la tercera edad.

Y como lo exalta Borrás (2024), si los arquitectos son personas que disfrutan superando desafíos, construir colegios en Burkina Faso debe de ser su trabajo soñado. Este es uno de esos países en los que los retos son inconmensurables: temperaturas abrazadoras en algunas épocas, recursos ilimitados, materiales, electricidad, agua, y usuarios jóvenes o adultos vulnerables. Y entonces surge la inquietud ¿Cómo es posible que bajo un sol candente pueda mantenerse fresco un edificio en el que no hay aire acondicionado?

 

Burkina Faso y Francis Kéré

Burkina Faso es un país de África Occidental que no cuenta con litoral y limita con Mali, Níger, Benín y Costa de Marfil. Es un país tropical con temperaturas que oscilan entre los 32ºC en la jornada matutina y 41ºC durante el día, mientras que en la noche oscila entre 18ºC y 29ºC. Se caracteriza por tener una población joven en rápido crecimiento, con una tasa de natalidad alta y una esperanza de vida baja, y según el Banco Mundial la pobreza extrema alcanza el 40,1% y la pobreza moderada el 20%.

Ubicación de Burkina Faso en el Continente Africano
Fuente: es.wiktionary.org (con intervención particular)

En una de sus pequeñas aldeas, Gando, nació el reconocido y galardonado arquitecto Diébédo Francis Kéré, en medio de todas estas condicionesnada fáciles de sortear, por lo que es uno de los que mejor conoce los desafíos. Reseña Borrás que él y otros arquitectos como el catalán Albert Faus están encontrando soluciones ingeniosas para garantizar, mediante el empleo de materiales baratos, que las escuelas, orfanatos e incluso ancianatos que han construido en Burkina Faso, sean lugares frescos y acogedores.

Cuando Kéré era niño, aprendía junto a unos 100 compañeros en un salón de clase sumamente caluroso construido con cemento, sin ventilación ni luz. Atrapado en esas condiciones extremas, juró que algún día mejoraría las escuelas, según indica la fundación Hyatt, organizadora de los Pritzker. Décadas más tarde se convertiría, en un premiado arquitecto y diseñaría sus propias escuelas con iluminación indirecta y capaces de retener el aire fresco.

Ganador del Premio Pritzker en 2022, ha contado la conmovedora historia de cómo de niño toda su comunidad lo apoyó, aportando entre todos el dinero para que tuviera una educación fuera de la aldea antes de conseguir una beca para estudiar carpintería en Alemania, en donde a la postre se graduaría como arquitecto.

Relató que iba a la ciudad de Tenkodogo -donde vivían sus tíos- a estudiar y en vacaciones regresaba a Gando, su aldea, y cuando se acababan y se despedía, todas las mujeres le daban una moneda. «En mi cultura, este es un símbolo de profundo afecto. Con tan solo siete años, estaba impresionado y un día le pregunte a mi madre «¿Por qué todas estas mujeres me aman tanto?» Ella respondió: «Están contribuyendo a pagar tu educación con la esperanza de que tengas éxito y un día regreses y ayudes a mejorar las condiciones de vida de la comunidad», y en efecto así lo hice. Mi comunidad es la razón por la que hago lo que hago», dijo.

 

Su sueño de construir escuelas

Reseña Rubio (2023) que Kéré nació en su aldea en 1965, donde no había agua limpia, electricidad ni escuelas, pero la comunidad era su familia. «Todo el mundo te cuidaba y todo el pueblo era tu patio de recreo…», anotó el arquitecto. Descubrió su sentido de la arquitectura en el cuarto en el que en las noches todos se agrupaban uno a un lado del otro, alumbrado con tenue luz, mientras escuchaban las historias que contaba su abuela.

Kéré ahora considera que lo ideal es tener aulas en las que «uno pueda sentarse, con luz filtrada que entre de la manera que uno quiere, a una pizarra o a un pupitre». Y se preguntaba ¿Cómo podemos quitar el calor que viene del sol, pero utilizar la luz en nuestro beneficio? y su respuesta fue «Crear condiciones climáticas que proporcionen un confort básico, permite enseñar, aprender y emocionarse».

Opera Village (Laongo, Burkina Faso)
Fuente: arquitecturaviva.com

 

La materialización del sueño

Atendiendo estas premisas, Kéré opta por la construcción de edificaciones con materiales locales, fusionando técnicas tradicionales con tecnologías más modernas. Él consideraba necesario cambiar el paradigma para empujar a la gente a soñar y arriesgarse, asegurando que no es porque se sea rico que se debe desperdiciar el material o porque se sea pobre que no se deba intentar crear calidad, por lo que estableció la máxima según la cual «todo el mundo merece calidad, lujo y comodidad».

El material por excelencia que aplicaría a sus construcciones sería la arcilla, alternativa que le cuestionó su comunidad que no entendía por qué quería usar arcilla cuando en Alemania había edificios hechos de cristal, reclamo que lo condujo a realizar toda una pedagogía para convencerla de usar los materiales locales.

La técnica constructiva que implementó fue la de los edificios permeables que buscan el aprovechamiento del movimiento de aire natural y protegerse del sol, que implica construir muros muy fuertes y robustos y cubiertas muy ligeras para que el aire fresco que entra por abajo empuje el aire caliente que sale por arriba.

 

Sus obras icónicas

En 1988 creó la Fundación Kéré para construir infraestructuras en su tierra que favorecieran a las siguientes generaciones, anota Rubio. Su primer edificio tras finalizar sus estudios de arquitectura fue precisamente un colegio, el de su pueblo Gando, realizado en 2001 con elementos hechos a mano, lo que le hizo ganar el permio Aga Khan de Arquitectura en 2004.

Para esta construcción el arquitecto decidió fortificar la arcilla autóctona con cemento para formar ladrillos que retuvieran el aire más fresco en el interior y dejara que el calor escapara a través de un techo elevado, amplio y en voladizo, lo que garantizaba una efectiva ventilación. En su construcción participaron hombres y mujeres que golpeaban los suelos de barro a mano hasta dejarlos suavecitos como el «culito de un bebé», anotó el mismo arquitecto.

Escuela Primaria Gando (Gando, Burkina Faso)
Fuente: archdaily.co, cortesía Siméon Duchoud
Escuela Primaria Gando (Gando, Burkina Faso)
Fuente: archdaily.co, cortesía Erik-Jan Ouwerkerk
Escuela Primaria Gando (Gando, Burkina Faso)
Fuente: archdaily.co, cortesía Siméon Duchoud
Planos iniciales de la Escuela Primaria Gando
Fuente: archdaily.co, cortesía Kéré Architecture

Otro de sus proyectos relevante fue el Orfanato de Noomdo, cerca de la ciudad de Koudouou. Pierre Sanou -educador social del orfanato- sostuvo que «el edificio de Kéré proporciona un buen confort térmico, porque cuando hace calor, estamos frescos, y cuando hace frío, estamos calientitos dentro», agregando que no necesitan aire acondicionado, lo que se traduce en un ahorro de energía increíble. Sanou anota que Kéré utiliza muy poco hormigón y construye con materiales de nuestro territorio, como la piedra de laterita.

Uno de sus proyectos más ambiciosos es la Asamblea Nacional de Burkina Faso, una edificación piramidal escalonada y enrejada que alberga un salón de actos para 127 personas, pero que a hoy permanece sin construir.

Arte conceptual de la Asamblea Nacional de Burkina Faso (Uagadugú, Burkina Faso)
Fuente: arquitecturaviva.com
Arte conceptual de la Asamblea Nacional de Burkina Faso (Uagadugú, Burkina Faso)
Fuente: arquitecturaviva.com
Arte conceptual de la Asamblea Nacional de Burkina Faso (Uagadugú, Burkina Faso)
Fuente: arquitecturaviva.com
Planos de la Asamblea Nacional de Burkina Faso
Fuente: arquitecturaviva.com

Posteriormente el galardonado arquitecto ha diseñado y construido otras escuelas, centros educativos, viviendas, instalaciones médicas y espacio públicos en su país, Kenia, Mozambique y Uganda. En sus construcciones son comunes los techos dobles, la iluminación indirecta y las cámaras de sombra, frente a las ventanas, puertas y columnas convencionales, apunta Rubio.

 La fundación Hyatt concluye que su arquitectura es sostenible para la tierra, en tierras de extrema escasez.

Pues bien, estamos ante un arquitecto del tercer mundo africano, que con todo el apoyo de su comunidad se formó allende las fronteras, y regreso a su tierra para retribuir a su pueblo y llevara a cabo su sueño de construir escuelas y otro tipo de edificaciones, para proveer a las presentes y futuras generaciones, condiciones de habitabilidad optimas, en medio de condiciones climáticas extremas y con un sentido absoluto de sostenibilidad ambiental.

Diébédo Francis Kéré (1965). Arquitecto burkinés ganador en 2022 del premio Pritzker.
Fuente: es.wikipedia.org, cortesía Astrid Eckert

 


Referencias