Un giro en la forma como gestionamos las ciudades nos salvará de una catástrofe
En algunos medios y quizás en la mayoría de los citadinos, tradicionalmente ha anidado la idea de que una ciudad es solo un espacio físico dotado de infraestructuras y equipamiento que facilitan distintas transiciones entre quienes las ocupan, en procura de garantizar su subsistencia, sociabilidad y trascendencia. No obstante las ciudades son algo que va más allá de su mera connotación física y de ser un ente estático.
Según Acevedo y otro (2022), para el 2050 se espera que las ciudades concentren el 66% de la población mundial, dado el crecimiento exponencial que experimentan los países en vía de desarrollo. Agrega que el crecimiento de la ciudad y de la población presiona la demanda de recurso -alimentos, energía, agua- y el manejo de los residuos, por lo que los especialistas estudian el metabolismo de las ciudades y analizan los diversos flujos que éstas intercambian con su entorno.
De otro lado, el portal Endémico (2020) sentencia que los efectos negativos de la expansión de las ciudades sin mesura se ven reflejados en la contaminación atmosférica, la contaminación acústica, el aumento de la temperatura por las llamadas islas de calor, el incremento en los problemas de salud humana, la depredación de ecosistemas, la pérdida de biodiversidad, además de la desigualdad. Y bajo esta realidad se plantea el Metabolismo Urbano.
¿Qué es el Metabolismo Urbano?
El profesor Luis Bernardo Díaz, en la conversación que sostuviera en el podcast La Voz del Derecho (2024), afirmó que el tema del Metabolismo Urbano tiene que ver con la traspolación que se hace desde la fisiología hacia el derecho urbano.
Por su parte Acevedo y otro, acudiendo al planteamiento de Currie y Musango (2017) anotan que al metabolismo urbano se le define como la suma de factores sociales, técnicos y ecológicos mediante los cuales los flujos de alimentos, energías, agua y dinero dan la forma a la ciudad y permiten entender su funcionamiento y las necesidades de la población.
El concepto de metabolismo urbano contempla a las ciudades como organismos vivos. Anota el portal Bioazul (2015) que hace alusión a determinados procesos fisiológicos que producen aquellas sustancias y energía necesarias para mantener la vida y traslada esta idea a un contexto urbano tal y como ocurre en la naturaleza.
Esos vasos comunicantes entre el aire, la movilidad, la contaminación, la expansión, la ocupación y usos del suelo, los recursos, los desechos etc., presentes en una ciudad, que crean una red de nodos interconectados y provocan una dinámica similar a la de un sistema biótico, que emerge o se establece a partir de las diversas interacciones que se dan entre los distintos ocupantes de esa ciudad y de éstos con sus distintos componentes, es lo que se conoce como el Metabolismo Urbano.
Los sistemas urbanos pueden ser armónicos -utópicos- o distópicos -caóticos, catastróficos o inviables-, pero los estudios de metabolismo urbano deben conducir a la homeostasis o al equilibrio urbano. Para el profesor Díaz, el concepto de habitabilidad es central en los estudios de Metabolismo Urbano, puesto que fundamentalmente tiene que ver con la dignidad humana, principio que está presente en toda la transversalidad de los derechos humanos, convirtiéndose éste en un derecho emergente sobre el que han corrido muchos ríos de tinta, conferencias, coloquios y simposios, en tanto que tiene que ver precisamente con esa calidad que se demanda en el ejercicio del derecho a la ciudad. De ahí que el metabolismo urbano hoy tiene gran trascendencia por corresponder a la modernidad contemporánea.
El metabolismo trata a la ciudad como un sistema vivo, en el que ocurren diversos procesos con flujos de in puts y out puts, a los que llegan y de los que emanan productos, pero también desechos, lo que demanda de los estudios indicar hacia donde debe ir la planeación urbana. De esta manera, el Metabolismo Urbano (MU), ofrece un marco de trabajo holístico que permite analizar todas las entradas -importaciones- y las salidas -exportaciones- respecto al medio biofísico que rodea a la ciudad, tal como lo sostienen McDonald & Patterson (2007), referidos por Bioazul.
El termino Metabolismo Urbano fue acuñado por Abel Wollman en el libro El Metabolismo de las Ciudades, publicado en 1965, para cuantificar los flujos de energía dentro de una ciudad hipotética. Tradicionalmente el Metabolismo Urbano se ha gestionado de manera lineal en tanto que el consumo de una serie de recursos se ha realizado sin el procesamiento de los residuos generados.
Mientras que en la naturaleza se demandan recursos pero en un metabolismo circular en donde no se generan residuos, por el contrario en las ciudades se da un metabolismo lineal que agota los recursos naturales. Y entonces ¿cuál es el contraste entre uno y el otro?
El metabolismo urbano lineal vs. el metabolismo urbano circular
Sánchez (2021) sostiene que el problema más profundo al que se enfrentan las ciudades es la linealidad de los flujos de materiales que se presentan. Y agrega que el sistema metabólico lineal de la ciudad moderna, industrial, es diferente al metabolismo circular de la naturaleza donde cada out put -desecho- de un organismo también es un in put -insumo- que se renueva y mantiene las condiciones del medio ambiente habitable (Sánchez Balvás, 2021).
Se tiene entonces que el patrón lineal de producción, consumo y desecho en nuestras ciudades no se preocupa de la sostenibilidad de las mismas, como que tampoco se considera la relación entre los flujos internos y externos, por lo que el metabolismo urbano actual es totalmente diferente del patrón circular del metabolismo de la naturaleza.
Las variaciones en el metabolismo urbano son directamente proporcionales a las formas como se relaciona el sistema urbano con el ecosistema. Los sistemas urbanos crean una dependencia de áreas rurales naturales externas a la ciudad, y de la interrelación con otras ciudades para la obtención de agua o distintas fuentes de energía, por lo que la ciudad genera dos grandes problemas: un alto grado de consumo de recursos y la producción masiva de desechos, reseña Paz (2020) (Paz Díaz, 2020).
En un patrón de metabolismo lineal este estatu quo se mantendrá inmodificable con todos los efectos nefastos para las mismas urbes, sus poblaciones y el ecosistema global, mientras que con un modelo de metabolismo circular se dará un giro de 180º en tanto que éste persigue disminuir la demanda de recursos manejándolos de manera eficiente, reduciendo así la generación de residuos mediante la reutilización de los mismos.
Sin duda las estrategias basadas en metabolismo urbano circular son más adecuadas como forma de gestión medio ambiental, al complementarse con la gestión de la ciudad, medio ambiente y control frente al cambio climático.
Para que las ciudades hagan un giro radical hacia el metabolismo circular se requiere una mirada sistémica y holística como la clave determinante para hacer frente a las nuevas realidades y desafíos que hoy nos afectan y se plantean a nivel mundial, entre ella la extinción de las especies y el cambio climático.
Y como lo pregona Endémico «más allá de ser consumidoras(os) o ciudadanas(os) podemos adquirir una mirada de meta-ciudadanía ecológica en la que predomina la empatía con la naturaleza, las valoraciones colectivas y ecológicas, y un énfasis político, ambiental y territorial». (paréntesis fuera de texto).
No hay más que decir, sino que actuar con conciencia ambiental y voluntad política, para anticiparnos a la detención del cambio climático que ya está causando efectos devastadores en el ecosistema global planetario, con una decidida transición de un metabolismo urbano lineal a uno circular, para conducir a que las ciudades se comporten como auténticos sistemas bióticos naturales, y garanticen a sus habitantes el derecho a la ciudad.
Referencias
- Acevedo de los Rios, Alejandra y Chumpitaz Requena, Favio Rafael. 2022. Análisis del metabolismo urbano en un asentamiento humano con el método MuSIASEM. Universidad de Lima, 17 de octubre de 2022. https://www.ulima.edu.pe/idic/blog/analisis-metabolismo-urbano-asentamiento-humano-metodo-musiasem
- bioazul.com/. 2015. Metabolismo Urbano y Gestión de Recursos. Bioazul, 3 de enero de 2015. https://www.bioazul.com/metabolismo-urbano-y-gestion-de-recursos/
- Díaz , Luis Bernardo. 2024. Estudio del Metabolismo Urbano. La Voz del Derecho, 10 de septiembre de 2024. https://www.youtube.com/watch?v=OFcXia5e-cQ
- endemico.org. 2020. Metabolismo Urbano: Una forma de habitar el espacio a escala sostenible. Endémico, 14 de septiembre de 2020. https://endemico.org/metabolismo-urbano-una-forma-habitar-espacio-escala-sostenible/
- Paz Díaz, Jesús de la. 2020. Cambio climático: el metabolismo urbano de las ciudades brasileñas. Análisis, evolución y estrategias de preservación. Universidad de Alcalá-Escuela de Arquitectura, septiembre de 2020. https://ebuah.uah.es/dspace/handle/10017/46087
- Sánchez Balvás, Lizeth Artemisa. 2021. Universidad Politécnica de Catalunya, 27 de abril de 2021. https://upcommons.upc.edu/bitstream/handle/2117/344525/Metabolismo%20urbano%20de%20Terrassa.pdf
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