El cómo y por dónde nos moveremos, será la clave de la movilidad del futuro.
Sin duda alguna la movilidad es quizás el factor trasversal más determinante de la dinámica ambiental, social y económica de las ciudades. El futuro de la movilidad en las ciudades, a partir de lo que actualmente está ocurriendo, dependerá de lo que se considere en torno a tres aspectos o asuntos claves: por qué y para que nos moveremos; como nos moveremos; y por donde nos moveremos.
Diversos estudios coinciden en señalar que las ciudades se han diseñado para automóviles, mas no para humanos. A decir de Montjoy (2023), el automóvil a partir de 1900 rápidamente se convirtió en un símbolo de progreso con todo lo que implicaba: velocidad, privatización y segregación, mientras que «los peatones que alguna vez gobernaron las calles fueron llevados a las aceras y los niños relegados a parques infantiles cercados».
El automóvil condujo a una reconcepción de las ciudades convirtiéndose en el nuevo emperador urbano, el peatón su súbdito, y el propietario, su esclavo. Pero además, este nuevo invento que cambió a las ciudades, rápidamente fue convirtiéndose en el mayor factor contaminante del medioambiente. Yusta (2021), refiriéndose a un informe de la OMS -Organización Mundial de la Salud-, reseña que 9 de cada 10 personas respiran aire altamente contaminado y, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente -AEMA-, en España ocurren cada año más de 33.000 muertes prematuras a causa de la mala calidad del aire.
Respecto a la gran expansión que han venido experimentando las urbes, la misma agencia afirma que las ciudades del todo el mundo ocupan tan solo el 2% de la superficie total del planeta mientras que a 2019 el 56% de la población mundial vivía en las ciudades.
El ordenamiento y desarrollo urbano desde inicios del pasado siglo ha girado en torno al transporte automotor particular, pero en la medida en que las ciudades fueron expandiéndose fue haciéndose necesario un transporte masivo habida cuenta que la oferta de automóviles no crecía al mismo ritmo de la población urbana y las distancias entre residencias y lugares de trabajo se fue haciendo más distante, por lo que las ciudades fueron llenándose, además, de autobuses, microbuses, tranvías, metros, BRT’s, algunos de ellos accionados por energía eléctrica y otros por combustible de bajo octanaje.
Este fenómeno a su vez obligó a una reconcepción del ordenamiento urbano debido a la congestión de las vías existentes, lo que demandaría autopistas, avenidas, puentes, deprimidos, interconectores, etc. Pero a su vez como consecuencia, condujo a que las ciudades invadieran paulatinamente la frontera verde y a promover la contaminación del aire.
El boom de la industria automovilística también creció exponencialmente por las inmensas ganancias que genera debido a la alta demanda de automóviles para el transporte individual, pasando de ser un lujo a ser un producto de acceso masivo gracias a las estrategias de ventas que implementaron productores y comercializadores en alianza con las entidades financieras o bancarias, las que encontraron en los créditos para la adquisición de automóviles un jugoso negocio en tanto que genera dividendos apreciables y dichos créditos constituyen una cartera segura, habida cuenta que nadie quiere perder su vehículo. De esta manera las ciudades se atiborraron y continúan atiborrándose -al menos en el tercer mundo- de automóviles generando altas tasas de congestión y bajos índices de movilidad.
Muchas ciudades como Bogotá, Colombia, además de las inmensas inversiones en las que han incurrido en la diversificación y ampliación de viaductos urbanos para la movilidad automotriz -que nunca serán suficientes dada la abrumadora cantidad de automóviles que a diario lanzan las fabricas a las calles-, han venido adoptando medidas para neutralizar los efectos de la congestión del tráfico urbano, entre ellas restricción de la circulación, cobros por congestión, carro compartido, etc., sin que hayan sido del todo efectivas para neutralizar sus efectos nefastos en la movilidad y la calidad de vida de los citadinos.
¿Hacia dónde va la Movilidad Urbana?
Este panorama con no pocos nubarrones, afortunadamente ha venido despejándose en los últimos años gracias a la creciente conciencia ambiental y en torno a la calidad de vida de quienes habitan en las ciudades, dos asuntos centrales en la reconcepción de ellas, pero especialmente en la forma como ha de darse la movilidad en las mismas. En esta perspectiva varias ciudades en el mundo, especialmente de Europa, han avanzado en procesos de reconversión urbana en el propósito de transformarlas en urbes limpias y centradas en las personas.
De ahí que como lo anota Montjoy, un importante cambio de paradigma ha modificado la percepción de cómo debemos movernos y vivir en las ciudades, y por tanto, cómo debemos diseñarlas. Y agrega que «la pirámide del tráfico se ha invertido literalmente, dando paso a los modos de transporte sostenibles y eficientes en espacio sobre los vehículos de motor contaminante». Apunta que en varias de estas ciudades los peatones se han tomado nuevamente los espacios públicos al igual que las bicicletas, por lo que cada vez más las ciudades buscan fomentar el ciclismo y hacer que las calles sean más amigables con la bicicleta.
Refiere el caso de Copenhague, la capital de Dinamarca -conocida como una de las ciudades más felices del mundo- que ha sido pionera en el tema, en la que sus habitantes no andan en bicicleta como medio alternativo de transporte, más si porque es una manera rápida, segura y fácil de moverse en sus rutinas diarias. Esta capital ya ha dejado un legado y ejerce un liderazgo mundial en arquitectura y desarrollo urbano innovador por sus avances en transporte sostenible, particularmente con la bicicleta. De ahí que, de la mano de la sostenibilidad y el estilo de vida saludable, el fenómeno de las dos ruedas ha cambiado por completo la forma de diseñar la ciudad y sus edificios, agrega.
El Urbanismo Naranja o Transporte de Dos Ruedas
Siguiendo con Copenhague, una ciudad que esta atravesada por canales y prácticamente rodeada de agua, los puentes son un símbolo de su identidad, y hoy en su mayoría están concebidos exclusivamente para peatones y ciclistas, conectando el tejido urbano y brindando importantes puntos de encuentro. Para ello se han implementado variedad de medidas: estacionamientos de bicicletas bien pensados, ciclovías anchas, puentes sin autos, zonas libres para pedalear libremente, y redes ciclistas conectadas con espacios públicos y privados. La mayoría de estos viaductos están cubiertos con pintura naranja de intensidad alta a tenue, por lo que a esta nueva tendencia se ha dado en llamarle urbanismo naranja. Algunos referentes icónicos de ello son:
Bicycle Snake de Dissing & Weitling Architecture
Es una de las ciclovías de color naranja, y estrecha, con curvas que conecta dos partes principales de la ciudad, elevando a los ciclistas siete metros sobre el nivel del mar. Hace notar Montjoy que a medida que desciende la estructura de acero, las curvas controlan la velocidad de la bicicleta y luego se conecta con otros puentes en el puerto para crear una ruta continua, eficiente y divertida, con excelentes vistas.
Cirkelbroen de Studio Olafur Eliasson
Montjoy califica a este puente como un hito arquitectónico siendo considerado por expertos como el más bello de los que conforman la ruta naranja de esta ciudad. Consta de cinco plataformas o estaciones circulares de diferentes tamaños sostenidos en el centro por mástiles de diversa altura simulando una serie de yates de vela colocados al lado unos de otros. Agrega que su diseño en zigzag hace que los usuarios disminuyan la velocidad y se animen a tomar un descanso, creando un lugar de encuentro y mejorando la conectividad.
Plaza pública Karen Blixens Plads de Cobe
Se trata de un emplazamiento multifuncional y polifacético ubicado entre la Universidad de Copenhague y la Biblioteca Real Danesa, siendo una de las plazas más grandes de la ciudad. Dado que no es posible desarrollar un urbanismo que gira en torno a la movilidad en dos ruedas, no podría faltar un estacionamiento para las bicicletas. La plazoleta que además contiene grandes masetas que albergan plantas dando una sensación verde, también cuenta con un pequeño anfiteatro, y en la parte baja, de manera subterránea, se encuentra el innovador estacionamiento para las bicicletas con capacidad para 2.000 de ellas. Todo un espacio público para el encuentro social y el disfrute de actividades culturales. En la parte superior se concibieron superficies onduladas que cumplen diferentes funciones, entre ellas viaductos para circular en bicicleta.
Otras perspectivas de futuro
Si bien el transporte activo -bicicleta, patineta, caminar- es una tendencia en crecimiento, no será suficiente y no colmará todas las necesidades en cada ciudad particular, por lo que trabajar en el transporte público impulsado por energías limpias, preferiblemente multimodal, pero concebido de manera estratégica, es un complemento a la solución.
Pero indefectiblemente el modelo de las ciudades inteligentes en base al big data hoy ya es una realidad inexorable e ineludible que les permite a las ciudades reducir la accidentalidad, la congestión y la contaminación. Según Deloitte (2023) las ciudades deben adoptar soluciones innovadoras que faciliten los sistemas de transporte como estacionamientos y emisión de billetes inteligentes, pagos integrados, sistemas de tránsito inteligentes y la creación de infraestructura para vehículos eléctricos.
En fin, la alta congestión, la accidentalidad y la contaminación en las ciudades de la que es responsable el automóvil, necesariamente imponen una nueva concepción de la movilidad urbana que combine alternativas de transporte activo o naranja, transporte masivo multimodal y limpio, infraestructura para vehículos eléctricos, todo ello complementado con la incorporación del big data urbano para hacer de las ciudades urbes inteligentes o Smart City’s, que en últimas procuren un espacio público con enfoque humano y apuntando a incrementar la calidad de vida de los citadinos.
Referencias
- Deloitte. 2023. ¿Cuál es el futuro de la movilidad urbana? Deloitte, 2023. https://www2.deloitte.com/es/es/pages/public-sector/articles/futuro-movilidad-urbana.html
- Montjoy, Valeria. 2023. El futuro de la movilidad tiene dos ruedas: La arquitectura ‘Bike-Friendly’ de Copenhague. Arch Daily, 6 de febrero de 2023. https://www.archdaily.co/co/995990/el-futuro-de-la-movilidad-tiene-dos-ruedas-la-arquitectura-bike-friendly-de-copenhague?utm_medium=email&utm_source=ArchDaily%20Colombia&kth=6,211,887
- Yusta, Cristina. 2021. ¿Cómo será la movilidad urbana del futuro? Magazzine Digital El Español Invertia, 30 de diciembre de 2021