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Ciudades inteligentes, sostenibilidad, innovación constructiva, urbanismo, expansión urbana y crecimiento regional, son algunos de los temas que han venido siendo objeto de diversos ejercicios de reflexión y discusión que se han materializados en no pocos foros, paneles y debates públicos impulsados por centros universitarios, auspiciados por diversas entidades y promocionados por algunos medios de comunicación social.

Es la inquietud que mueve a los actores académicos a centrar su atención en el futuro de la sostenibilidad planetaria y los desafíos que ésta le plantea a la humanidad en medio de una ya no previsible, si no real y omnipresente crisis ambiental y climática en el planeta. Incluso en esta línea recientemente la Universidad ICESI anunció el lanzamiento de un nuevo programa académico profesional -hasta hora único en el país- denominado «Ingeniería en Energía Inteligente» cuyo objeto, como se lee en el portal Icesi.edu.co (2024), es formar profesionales que promuevan el desarrollo sostenible, conciliando las crecientes demandas energéticas con la preservación del medio ambiente y el uso eficiente de las nuevas tecnologías.

Y en medio de esta mar de ejercicios académicos y debates, el pasado 21 de marzo se celebró el Foro «Transiciones Socioecológicas y Urbanismo Sostenible» organizado por la Universidad EAN, Foros El Espectador y Caracol Televisión, y que contó con la participación de líderes en sostenibilidad, urbanismo y medioambiente.

El foro contó con la participación de expertos como Brigitte Baptiste, Rectora de la Universidad EAN, Herbert Perico, miembro del Consejo Superior de la EAN, Sherry Lassiter, cofundadora y subdirectora del Center for Bits & Atoms, Elliot Postma, líder del proyecto que llevan a cabo Heatherwick Studio y la EAN, y otros actores públicos, empresariales y académicos.

El panelista principal fue Thomas Heatherwick, a quien fundamentalmente se le invito para que hiciera la presentación de su movimiento «Humanise» y de paso, para que su estudio expusiera el nuevo diseño de la Escuela de Arte y Diseño de la misma universidad, que será construido por el estudio Heatherwick Studio, la reconocida firma del arquitecto británico.

 

¿Quién es Thomas Heatherwick?

Heatherwick, es un arquitecto y diseñador británico -Londres, 1970- que ha sido autor de imponentes infraestructuras en Estados Unidos, Singapur, Japón y el Reino Unido. Es conocido por el uso innovador de materiales e ingeniería en monumentos y esculturas públicas. Dentro de sus obras destacadas están la escultura B of the Bang, The Rolling Bridge, el East Beach Café o el Pabellón del Reino Unido en la Exposición Universal de Shanghái de 2010, compuesto por 204 pétalos de fuego -uno por cada nación participante- que convergen para crear una llama que simboliza la paz y la esperanza.

East Beach Cafe (Littlehampton, Inglaterra)
Fuente: en.m.wikipedia.org, cortesía Kevin Gordon

Parafraseando a Stathaky (2023), se trata de un arquitecto contestatario, inconforme, que se ha tornado en un profundo crítico de la arquitectura del siglo XX a la que le achaca lo que él denomina la crisis de la arquitectura que deviene, según él, del movimiento modernista, más que por las construcciones mismas desarrolladas por sus más conspicuos exponentes como Le Corbusier y Mies van der Rohe, si por las enseñanzas llevadas al extremo o malinterpretadas, o simplemente utilizadas en exceso.

 

¿Qué es Humanise?

Es el movimiento arquitectónico y urbanista creado y promovido por el famoso arquitecto Heatherwick, cuyo propósito fundamental es promover en el mundo entero la génesis de transiciones socioecológicas y un urbanismo sostenible, al igual que la importancia de diseñar espacios que promuevan una convivencia equitativa que generen armonía entre los edificios y sus habitantes.

Según la Redacción Especial de El Espectador (2024), en su libro sostiene que «Humanise: A maker’s guide to building our world» -Humanise: una guía para creadores para construir nuestro mundo, en su traducción al castellano- plantea la idea de crear construcciones con más carácter, es decir que inspiren identidad y desaten experiencias significativas. Tal afirmación la sustenta señalando que «en arquitectura usamos mucho la cabeza, y eso no tiene nada de malo; pero debe equilibrarse con nuestros sentimiento y respuestas emocionales, porque existe una sensación de desconexión entre los habitantes y las construcciones».

Relata el prestigioso arquitecto, que junto con el equipo que integra su estudio, identificaron una brecha enorme entre la cabeza y el corazón, lo cual no es necesariamente algo horrible por que denota una oportunidad única para hacer cosas diferentes. La mayor pretensión del sustrato de su movimiento es que los lugares donde se reúnen miles de personas evoquen alegría y posibilidades, especialmente en tiempos difíciles como los que se viven, cuando más necesitan los humanos de su imaginación para encontrar y construir las soluciones a los problemas que enfrenta el mundo.

Y si bien es cierto que los edificios no son su preocupación por sí mismos, a no ser por la relación simbiótica significativa entre éstos y sus usuarios, también lo es que su mayor interés está en los espacios públicos y la experiencia de la vida pública, que no es otra cosa que lo que llama «la hermosa coreografía de extraños». Acota que se enamoró de las calles cuando comenzó a entenderlas como habitaciones más que como rutas.

Para Heatherwick, las calles son espacios de nuestra vida pública compartida que se encuentra amenazada por esta era de la tecnología digital. Su gran preocupación se centra en el nefasto efecto de la revolución digital en los comportamientos humanos y ciudadanos que está conduciendo a que nos desconectemos de los demás, y al mismo tiempo, de la creatividad inesperada y la casualidad que conlleva la cercanía física con otra persona, razón por la que pregona que el espacio público ahora es más importante que nunca.

De ahí que considere inequívocamente que el papel de su estudio sea abogar ante alcaldes, desarrolladores, planificadores y otros arquitectos para crear lugares que sean verdaderamente funcionales en términos emocionales. A la vez cuestiona que siempre ha existido una desconexión total entre quienes construyen y quienes viven en los edificios o transitan por las calles.

 

El diseño de la nueva Escuela de Arquitectura de la EAN

En la agenda del foro ya referido estaba prevista la presentación del diseño del nuevo edificio de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la universidad que lo albergó. De entrada Elliot Postma, integrante de Heatherwick Estudio, declaró a Redacción Ambiente de El Espectador (2024) que la infraestructura tendrá como propósito convertirse en un lugar en el que no solo los estudiantes realicen sus actividades académicas, sino también la ciudadanía en su diario vivir.

Durante la presentación de los planos de la nueva construcción de la escuela se reportó que ocupará poco espacio y se levantará como un edificio de columnas inspiradas en jarrones de comunidades indígenas colombianas. Postma también explicó que tendrá jardines verticales, obedeciendo a un concepto de espacio abierto en el que los futuros estudiantes de diseño e, incluso, emprendedores de la ciudad puedan interactuar. Al respecto Heatherwick acotó que «Esto es apenas el comienzo, pero esperamos trabajar colaborativamente para materializar este sueño en el futuro».

Según el diseñador, luego de establecer contacto con la Universidad EAN, algunos integrantes de su equipo de trabajo viajaron en reiteradas ocasiones a Bogotá, en búsqueda de inspiración para la escuela de diseño. Heatherwick sostiene que cada ciudad es diferente reseñando que las necesidades de la población cambian según el territorio, pero se mantiene nuestra necesidad de conectar a través de la infraestructura y el espacio público.

Bosquejo de la fachada de la que será la nueva sede de la Escuela de Diseño de la EAN
Fuente: elespectador.com, cortesía Universidad EAN
Panorámica en perspectiva de la nueva sede de la Escuela de Diseño de la EAN
Fuente: Cuenta de @brigittelgb en X (antes Twitter)

Pues bien, a Colombia ha llegado la posibilidad de la aplicación práctica de la filosofía arquitectónica que subyace en el movimiento Humanise que promueve el icónico y revolucionario arquitecto británico, catalogado por muchos como un contestatario dentro de la profesión. Se materializará con la construcción de la nueva sede de la Escuela de Diseño de la Universidad EAN de Bogotá, que promete la creación de un ambiente propicio no solo para la actividad académica, sino que también para la interacción social, cuya concepción se basa en valores culturales autóctonos colombianos.

 


Referencias