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Categorías arquitectónicas que se confunde en medio de sus marcadas diferencias.

 

No es casual que nos encontremos con publicaciones que abordan temas como Arquitectura Mixta, Arquitectura de Uso Mixto y Edificios Híbridos, sin que alguna confusión nos embargue al abordar su lectura paralela.

Y pareciera que se tratara de asuntos iguales, pero no hay tal, en tanto que no es lo mismo hablar de cada una de estas categorías sin encontrar marcadas diferencias por sutiles que sean o se antojen similares. ¿Pero en qué se diferencian estas categorías? ¿Qué es o en que consiste cada una de ellas?

 

Arquitectura Mixta

Hablar de arquitectura mixta es hablar de manera inequívoca de Bioarquitectura o Bioconstrucción. De la entrevista que concedieran Uma y Jaime -de la eufemística familia Arquitectura Mixta- a Jin Low -la famosa arquitecta surcoreana, autora y defensora del bambú- se colige que hablan de Bioconstrucción en referencia a la arquitectura que desarrollan como una que es viva como todos los materiales que usan, llenos de espíritus de luz.

El auge de esta categoría arquitectónica es relativamente reciente y como lo sugiere el portal iberdrola.com (2023), que pese a su influencia en el desarrollo de las ciudades, las inquietudes se han centrado más en aspectos como el ahorro energético, el aislamiento térmico, y en menor medida, la durabilidad de las construcciones. Y agrega que «Hoy, entendido el mensaje de que todo suma para frenar el cambio climático, empezamos a valorar los materiales de construcción, buscando que sean lo más ecológicos posible, y el entorno en el que construimos».

El mismo portal define a la bioconstrucción como una categoría «arquitectónica sostenible cuyo fin es lograr la integración del edificio con su entorno, minimizando su impacto sobre este».

A la luz de este concepto no es desacertado sostener que para llevar a cabo este tipo de construcción es necesario conocer por completo el entorno natural y cultural en el que se construirá el edificio en tanto que solo de esta forma será posible conseguir una adaptación al paisaje, a la sociedad y a las costumbres locales, como el mismo portal lo sugiere.

Si bien es cierto que la bioconstrucción puede asimilarse a los conceptos de construcción sostenible y ecológica, también es cierto que aquella va más allá al centrase en materiales y técnicas de construcción más amigables con el medio ambiente, el impacto con el entorno natural, y la propia salud y bienestar de los ocupantes, por lo que su ejercicio práctico demanda la aplicación de premisas respecto de la gestión de suelos, la gestión del agua y la gestión del aire.

Para el primero demanda la realización de acciones que impliquen control sobre la utilización del suelo. Para el segundo, la exigencia de poner el foco sobre la protección y preservación de las fuentes hídricas. Y para el tercero, exige poner énfasis en la selección de materiales que eviten o minimicen las emisiones de efecto invernadero y la instalación de sistemas de ventilación adecuados.

Fuente: betterbamboobuildings.com

 

Arquitectura de Uso Mixto

Esta categoría arquitectónica propende por la articulación de la mayor proporción de usos que se le pueden dar a una edificación, en el propósito de favorecer la diversificación y evitar la monofuncionalidad de las construcciones, como respuesta a la creciente concentración de la población en las zonas urbanas y la escases del suelo urbano.

Es una apuesta «por la diversidad y el fomento de la implementación de usos complementarios y actividades superpuestas dentro de una misma y única edificación», a decir de Iñiguez (2022). Pero no solo se trata de una respuesta a la concentración poblacional en las urbes para incrementar la oferta inmobiliaria, sino también para contribuir al bienestar poblacional al procurar concentrar en un mismo desarrollo inmobiliario diversas actividades que faciliten el desarrollo de la vida social sin mayores traumatismos y con mayor sosiego, ante el aumento de las distancias hacia los centros de servicios urbanos y las dificultades de movilidad en las ciudades, que redunde en el mejoramiento en la calidad de vida de la población.

Para Jaramillo (2021) la Arquitectura de Uso Mixto hace referencia a una tendencia en la que pueden convivir simultáneamente actividades de diferente índole sin interferir entre sí, mientras que para David Ramírez -Ingeniero Civil y arquitecto Director de D+R Arquitectos- en declaraciones dadas a la misma «no se trata de un alojamiento como tal, sino que son proyectos que trascienden a la modalidad de complejos, en los que prácticamente no habría necesidad de salir para vivir, porque lo integran todo» .

No son complejos de zonas comunes, sino que son proyectos en los que se combinan esas funcionalidades de forma diferencial como vivienda, hospedaje, comercio y trabajo, complementa Jaramillo.

Fuente: @equinoxhotels en Instagram

 

Arquitectura Híbrida

La Arquitectura Híbrida se materializa en los edificios de la misma denominación. Son estructuras capaces de albergar programas dispares pero que promueven la interacción de distintos usos urbanos y la combinación de actividades privadas con actividades públicas.

El portal noticias.arq.com.mx (2023) sostiene que a menudo suele creerse que un edificio de usos mixtos es, o puede ser, un edificio híbrido o viceversa. Al respecto el crítico y teórico Kenneth Kaplan, referido por el mismo portal, disipa cualquier duda o confusión al precisar que «los edificios en cierto sentido, también han sido cruzados, como planta y animales, para producir Arquitectura Híbrida».

Lo inequívoco es que un edificio de uso mixto contiene varias funciones que no se mezclan y simplemente se colocan de forma consecutiva, sin que tengan algo en común y compartan espacios, mientras que un edificio híbrido, en contraste contiene varias funciones que se integran e incluso comparten espacios, grupos objetivos, etc., precisa el mismo portal.

De los planteamientos de Kaplan, se deduce que otra diferencia determinante entre el edificio de uso mixto y el híbrido, es que el primero se caracteriza por el aislamiento dentro del contexto urbano cumpliendo las funciones habituales, mientras que el segundo hace parte del espacio urbano abierto y está dispuesto para asumir la combinación inesperada o fortuita de funciones.

Pero la característica más determinante de la arquitectura híbrida es la participación conjunta de la iniciativa privada y de la pública en la promoción de la vivienda, espacios públicos y equipamiento colectivo para dar respuesta a problemas que constantemente se presenta en nuestras ciudades como la escases y el costo de la tierra, la necesidad de intensificar el uso del suelo para contribuir al desarrollo sostenible, y la necesidad de densificar los usos para revitalizar los centros urbanos.

Un edificio híbrido es el punto de confluencia entre la vida privada y la vida pública, que por lo general conjuga varios usos entre vivienda, comercio, hotel, espacios de uso compartido, como por ejemplo un centro comercial o de convenciones con desarrollos habitacionales asociados, etc. Y complementa el mismo portal que «La intimidad de la vida privada y la sociabilidad de la vida pública encuentran en el edificio híbrido anclajes para desarrollarse».

Fuente: noticias.arq.com.mx

Pues bien, hemos visto tres categorías arquitectónicas que literalmente parecen similares, pero que sustantivamente responden a propósitos y conceptos diferenciados. La primera de ellas encarna un concepto ampliamente ambientalista y de sustentabilidad, la segunda obedece a un concepto de concentración urbana de carácter esencialmente residencial que dispone de diversas funciones que no se entrecruzan, y la tercera que obedece a una lógica de racionalización del uso del suelo para crear espacios en los que se entrecruzan la vida privada con la pública.

 


Referencias