«Si no podemos afirmar de seguro lo que será, debemos conocer lo que no debe ser (…)» — Jean Grave.
Seguramente muchos recuerdan la famosa isla «Utopía» de Tomas Moro o los «Tipos Ideales» de Max Weber o el «Socialismo Utópico» de Saint-Simon -y otros-, que nos llevan a pensar en el estado más ideal de organización, existencia y convivencia humana. Pues bien, quien lo creería que en Estado Unidos de América, USA, cada año se materializa lo más parecido a una «utopía social» que se expresa de manera temporal, muy distinta a la de Woodstock -pero algo similar-, o a la pérfida experiencia de Charles Manson en USA.
Se trata de Black Rock City, considerada la ciudad más insólita de la Tierra. Su origen data del conocido «Burning Man» -hombre en llamas- un evento organizado para quemar una estatua de madera, con forma de hombre, realizado en San Francisco en 1986. Al ser prohibido el festival por las autoridades de la ciudad, los Burning Man decidieron buscar otro lugar habiendo elegido el desierto de Nevada. Un evento que inicialmente reunió a unos pocos amigos en torno a una fogata, 30 años después logró convocar a 70 mil personas (Antonio De Viaje, 2019).
El desierto de Black Rock -roca negra- es ahora la sede del Burning Man y es el lecho de un lago seco que existió hace miles de años. Es una de las superficies más planas de la tierra y es famoso por las tormentas de polvo que lo cubren todo. Curiosamente no es arena sino álcali lo que formó el fondo del lago. Es una zona protegida en la que a kilómetros de distancia no hay agua, ni vida y registra cambios abruptos de temperatura (Del Viaje, 2019).
Cada año miles de personas se reúnen para construir o levantar allí una ciudad temporal -municipio- que no tiene gobierno y solo existe por una semana, la del Festival Burning Man. Los Burnings deben adaptarse a las inclemencias del desierto y en medio de ello construyen estructuras y viviendas para protegerse del polvo, el viento y el sol, llenar todo de luces, y a su vez, mantener un aspecto autentico, resalta Del Viaje.
Según Del Viaje, Para acceder al festival y contar con una plaza en la ciudad, en el 2015 se pagaba una tarifa de 390 dólares, aunque estaban disponibles 4.000 entradas a 190 dólares que se vendieron a quienes no podían pagar la tarifa completa.
Usando generadores eléctricos portátiles alimentados por combustible y paneles solares, se surten de energía eléctrica para operar todos los aparatos y máquinas necesarias para construir las estructuras y viviendas, alimentar las luces comunes, y hacer funcionar los equipos domésticos de toda índole en las tiendas de habitación y en las únicas tiendas en las que se vende solo hielo y café.
Relata Del Viaje que durante el festival esta ciudad se caracteriza por que no se aceptan comercios ni marcas y se promueve la desmercantilización y el aprovechamiento colectivo de la energía de todos los asistentes. Durante la celebración del festival no se ve nada de basura en el suelo y todos son conscientes de recoger la que eventualmente vean tirada en él. «No hay comercio ni dinero y existen solo tiendas en las que se hacen entregas gratuitas, donde algo se regala. Es una sociedad en la que se comparte, regala o se hace trueque, siguiendo el espíritu de los hippies o de la contracultura de los años 1960. Los participantes llevan su propia agua, comida y regalos, en fin, todo lo necesario para sobrevivir durante siete días», reseña Del Viaje.
Se trata de un escenario para relajarse de las tensiones que generan el dinero y la sociedad de consumo. Las personas se reúnen entre sí, pudiendo hacer lo que quieran sin faltarse al respeto los unos a los otros. Pueden vestirse como quieran -desnudo inclusive-, divertirse con el arte y la música, sentirse libres de un mundo que aún se percibe como avaro, mercantilizado y con guerras. De esta manera se hace parte de una comunidad que es como una gran familia.
La convivencia se asegura en la ciudad con 10 principios básicos: «Inclusión Radical, Regalar, Desmercantilizar, Autosuficiencia Radical, Autoexpresión Radical, Esfuerzo Comunal, Responsabilidad Cívica, No Dejar Rastro -aseo y conservación ambiental-, Participación e Inmediatez», asegura Del Viaje.
Es todo un espectáculo contemplar una ciudad tan organizada en medio del desierto. «No muchas ciudades en el mundo tienen un «factor de forma” como Black Rock City», anota Del Viaje. Todo está muy bien pensado y como en cualquier ciudad hay calles principales y secundarias que miden 12,2 mts, zonas centrales, zonas residenciales y de servicios.
La ciudad forma un semicírculo que simula un reloj por lo que todas las calles son nominadas con una hora. En la ciudad no se puede transitar en automotores a una velocidad superior de los 8 km/h, no obstante que el medio de transporte principal es la bicicleta. La ciudad está rodeada por una cerca de 1,25 mts de altura -es la frontera de la ciudad- denominada «Cerca de la Basura», cuyo objetivo es evitar que la basura salga de la ciudad, y aunque es fácil de traspasarla, no es posible puesto que la policía está en constante vigilancia. Black Rock City obedece a las leyes de Nevada y USA, además de los principios antes enunciados y permanece patrullada por la Policía Federal y por guardabosques quienes son proburnings, reporta Del Viaje.
Como en cualquier ciudad, Black Rock City tiene aeropuerto, periódico propio, oficina de correos y su propio código postal. Hay teléfonos públicos, 430 extintores y presencia de bomberos, hay hospital, tráfico, etc., precisa Del Viaje. En ella se ven muchas expresiones excéntricas y futuristas que se reflejan en la vestimenta, los autos, comparsas y murales o monumentos que se construyen.
En conclusión, se trata de la materialización de esa aspiración de gran parte de la sociedad global -como una utopía- por abstraerse de la realidad que ha creado el mundo occidental y del consumismo que desde ya hace tiempo atrás viene imponiendo el capitalismo. Es el anhelo de liberación en condiciones de igualdad, cooperación y solidaridad, así sea bajo condiciones naturales extremas, vertidas en una ciudad que pareciendo futurista, es temporal, como si la humanidad no pudiese escapar de esa trampa de la que pretende huir.
Referencias
- Antonio De Viaje. 2019. Black Rock City. La ciudad más insólita de la Tierra. youtube.com; Youtube, 2019. https://www.youtube.com/watch?v=xYtcU1V5Gwg
- Imagen de portada. Fuente: NBC News