Francia ha sido un bastión determinante en la evolución de los Juegos Olímpicos modernos
Hace ya una semana que concluyeron los Juegos Olímpicos 2024 en París con una participación récord de delegaciones. Estos juegos son un evento planetario, por no decir que universal, que congrega a todos los países de la tierra en torno a diversas disciplinas deportivas en un gesto de encuentro, intercambio, sana competencia, solidaridad, hermandad y honestidad. Pero también estos juegos en su versión moderna se han constituido en un termómetro que mide el grado de desarrollo y avance de los países.
Breve historia
Los juegos olímpicos tienen su origen en la antigua Grecia de Platón, Aristóteles y Sócrates, específicamente en la ciudad de Olimpia de la que deriva su denominación, en la que se celebraron por primera vez en el año 776 a.C. Estos juegos eran un evento cultural y religioso en honor a Zeus, el dios supremo del Panteón griego.
Este evento era toda una fiesta deportiva donde se enfrentaban los luchadores griegos en distintas competencias. Según Estévez (2024), eran tan importantes que incluso las guerras entre ciudades y reinos se pausaban durante esos días. Ahí se elegían a los mejores y se les otorgaban premios que les daban gran reputación y respeto.
Los primeros juegos olímpicos de la era moderna se celebraron en Atenas en 1896, con la participación de 14 países y 241 deportistas. Desde entonces se han convertido en una tradición que se celebra cada cuatro años y solo se han dejado de realizar en 1916, 1940 y 1944, debido a las guerras mundiales que ocurrieron en estos períodos. En 2020 la pandemia del coronavirus obligó a su aplazamiento, celebrándose finalmente el 2021 en Tokio.
Los aportes franceses a los Olímpicos
Francia ha contribuido determinantemente a la evolución de los juegos olímpicos modernos. El símbolo olímpico que es una bandera de fondo blanco y contiene cinco anillos de colores diferentes, fue concebido por el francés Pierre de Coubertin en 1913, siendo aprobada en el Congreso Olímpico de París de 1914, y habiendo ondeado por primera vez en el estadio olímpico de Amberes en 1920.
Los cinco anillos entrelazados de colores azul, amarillo, negro, verde y rojo, expresan la actividad del movimiento olímpico, representando la unión de los cinco continentes y el encuentro de los atletas del mundo en los Juegos Olímpicos. En la descripción que hiciera Coubertin de su idea, referida por el portal Coarg.org.ar (2023), señaló que «Estos cinco colores…representan las cinco partes del mundo unidas en adelante al olimpismo y prestas a aceptar fecundas rivalidades. Además, alguno de los seis colores -comprendido el fondo blanco- combinados, están presentes en las banderas de todas las nacionalidades, sin excepción».
Pero también, el lema olímpico «Citius, Altius, Fortius» fue ideado el 7 de marzo de 1891 por el dominico francés Henri Didon, amigo personal de Pierre de Coubertin. Las tres palabras que traducen «más rápido, más alto, más fuerte», son un llamado a los atletas a que se esfuercen por la excelencia personal en todo lo que hacen.
Los Olímpicos y París
Bien lo dice Florian (2024) que la historia reciente de París se entrelaza con la de los Juegos Olímpicos, reseñando que en 1900 ésta ciudad recibió la segunda edición de los juegos modernos, iniciando un trasegar de adaptaciones urbanas y arquitectónicas que prepararon a la ciudad para el evento.
La misma anota que uno de los cambios más importantes fue la construcción de la primera línea del metro inaugurada en 1900 con la que se unirían las instalaciones de la Exposición Universal con las de los Juegos Olímpicos de Vincennes. 24 años después la ciudad acogió la que fue considerada una de las ediciones más influyentes de los Juegos Olímpicos, en tanto que fueron los primeros en ser transmitidos a través de las ondas hertzianas, lo que contribuyó determinantemente al incremento sustancial de la popularidad de los juegos.
Además, en esta edición nació el concepto de Villa Olímpica y aún varias de las infraestructuras y sedes construidas hace más de un siglo continúan en uso en París, y algunas de ellas fueron también usadas en la reciente edición de este año. Miremos.
Estadio Yves du Manoir, Colombes
Colombes es un suburbio en la zona noreste de París que se convirtió en la sede central de los juegos olímpicos. Anota Florian que esta fue la primera vez que los atletas fueron alojados en una Villa Olímpica, armada con casas de madera portátiles con agua corriente y servicios como oficina de correos, peluquería y restaurante.
Ubicado cerca de la Villa Olímpica, un antiguo hipódromo se rediseñó y transformó con base en los diseños del arquitecto Louis Faure-Dujarric, en el que sería una de las sedes más grande e importantes de los juegos, el estadio Yves du Manoir. Reacondicionado para albergar a 45 mil espectadores, sirvió como sede de las competencias atléticas, de futbol y rugby.
Después de la versión olímpica de 1924, el estadio continúo en uso siendo sometido a varias remodelaciones, y para la edición de este año albergó las competencias de hockey sobre césped.
Piscina Tourelles
Actualmente Georges-Vallerey, esta piscina construida en 1924, albergó las competencias de natación de los juegos edición 2024 y en ella se superó el record olímpico de los 100 m estilo libre. Después de estas justas ha sido sometida a varias remodelaciones y en 1980 se le dotó de un techo retráctil. Aún está en uso pero en la edición de este año no fueron usadas, por lo que las competencias de natación y paranatación se realizaron en la Defence de Nanterre, mientras que las eliminatorias de nado sincronizado, clavado y waterpolo se llevaron a cabo en el centro acuático de Saint Denis, única instalación deportiva permanente construida para los juegos 2024.
Velódromo Jacques-Anquetil en Vincennes
Este velódromo que llevaría el nombre del que es considerado el más grande ciclista de ruta francés de todos los tiempos, conocido localmente como «La Cipale», sigue siendo hasta hoy un lugar muy querido por los ciclistas y amantes de la naturaleza. Su pista de hormigón de 500 m se construyó en 1896 con gradas de hierro diseñadas por Gustave Eiffel, el mismo creador de la emblemática torre parisina que lleva por nombre el apellido del famoso ingeniero químico y civil.
En 1924, el velódromo albergó las competencias de ciclismo de pista, esgrima, lucha libre, boxeo y levantamiento de pesas. Y si bien fue declarado monumento nacional, para la edición de este año no fue usado por no cumplir con los nuevos estándares internacionales, razón por la que los eventos de ciclismo de pista se realizaron en el Velódromo Nacional de Saint-Quentin-en-Yvelines.
Palacio de Versalles
Este palacio junto con los mundialmente conocidos Jardines de Versalles, en 1924 sirvió de escenario a las competencias de tiro de los juegos. Un siglo después, en la edición de este año, nuevamente las inmediaciones del palacio fungieron como sede olímpica para las competencias ecuestres y de pentatlón. Para prepáralo para los eventos deportivos, se llevaron a cabo trabajos de restauración y de construcción de instalaciones temporales que implicó a la Puerta del Horno, la Cubierta del Ala Norte y la construcción de una nueva zona de recepción en los jardines.
Finalmente, como nota histórica cabe mencionar el caso del velódromo d’Hiver que fue inaugurado en 1903 y fue utilizado en la edición del 1924 para la realización de las competencias de esgrima, halterofilia y de boxeo. Pero, este velódromo terminó teniendo una «historia negra» puesto que fue utilizado por la policía francesa para detener a miles de judíos antes de deportalos a los centros de concentración durante la segunda guerra mundial. A raíz de este oscuro antecedente en 1959 fue demolido, desapareciendo así del conjunto de obras arquitectónicas del complejo deportivo olímpico de París.
En fin, así como Francia hizo aportes determinantes que revolucionaron al mundo en lo político y social, no menos clave ha sido su aporte en el devenir de los Juegos Olímpicos modernos, nada menos que aportando su símbolo emblemático, su lema, y dos veces la sede de realización de estas justas planetarias, en su capital París.
Desde hace más de un siglo y para esta nueva edición del presente año, ha realizado ingentes esfuerzos y grandes inversiones en obras civiles y arquitectónicas para dar cumplimiento con grandeza a la cita deportiva mundial y para asumir la responsabilidad que le fue confiada por el Comité Olímpico Internacional.
Francia y su capital París, una vez más le cumplieron con creces al mundo, con unas gestas olímpicas insuperables y en las que en cada una de sus versiones, ha marcado huellas determinantes que han realzado y popularizado, hasta lo más alto, el mayor encuentro deportivo del planeta.
Referencias
- coarg.org.ar. 2023. Comite Olimpico Argentino, 2023. https://www.coarg.org.ar/noticias/item/109-simbolos
- Florian, Maria-Cristina. 2024. Más de 100 años de herencia olímpica: ¿qué fue de las sedes olímpicas de París 1924? Arch Daily, 28 de junio de 2024. https://www.archdaily.cl/cl/1017964/mas-de-100-anos-de-herencia-olimpica-que-fue-de-las-sedes-olimpicas-de-paris-1924?utm_medium=email&utm_source=AD%20CL(PE%20&%20CO%20included)&kth=6,211,887&mc_cid=496da54fae&mc_eid=345f6561d6
- Stévez, Alberto. 2024. Juegos Olímpicos: qué son, historia, origen y significado de los cinco anillos. As, 21 de julio de 2024. https://as.com/juegos_olimpicos/juegos-olimpicos-que-son-historia-origen-y-significado-de-los-cinco-anillos-n/
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