100 años después de haber cesado esta técnica milenaria por el auge industrial, ahora en Japón se reactiva.
El país del Sol Naciente, Japón, es uno de los tantos países asiáticos que se distingue por sus legendarias tradiciones y por una cultura que se transmite de manera fidedigna de generación en generación.
Y sin reusarse a la inexorable modernidad que le ha valido convertirse en un icono mundial de la tecnología electrónica, automovilística y de la construcción sismo resistente, y otros campos, si se resiste a abandonar del todo sus más tradicionales tecnologías y practicas constructivas. Sin duda, tanto sus producciones en los campos de la tecnología con los avances más modernos, como las que aún pretenden conservar de sus expresiones vernáculas, son el producto de esa filosofía del mejoramiento continuo y del mejor bienestar, Kaizen, Kaizen…, que dogmáticamente imponen a todo lo que hacen.
Una técnica «ancestral vernácula, minimalista y armoniosa», como la califica Montjoy (2023), que está siendo reeditada por el país oriental es la que se conoce como Yakisugi, que viene de Yaky, quemado y Sugi, ciprés -conocida en occidente como Shou Sugi Ban-. Reseña la misma que se empleó por primera vez en la isla de Naoshima para tratar la madera utilizada en la construcción de pueblos tradicionalmente pesqueros, con el fin de proteger la madera de los efectos nocivos provocados por el mar.
La Técnica Originaria del Carbón Quemado o Yakisugi
Hace 400 años cuando aún no existían técnicas para la fabricación de elementos de madera que resistieran de manera durable los embates de la naturaleza, como su ubicación en zonas costeras, los japoneses encontraron una solución: quemarla antes de usarla, reseña el portal maderea.es.
Originariamente la técnica consistía en unir tres tablas, tablones o bloques que se amarraban entre sí formando un triángulo, a los que luego se les prendía fuego por dentro para quemar sus capas exteriores. Diez minutos después se desamarraba el paquete, se les regaba agua para apagar el fuego y luego se revestían con aceite para protegerlas.
Evolución de la Técnica
La técnica ha evolucionado y en su reedición ha cambiado el método de aplicación. Pasó de ser uno artesanal a uno industrial y ahora la carbonización de la madera se lleva a cabo con máquinas como sopletes industriales y otras, que queman la tabla en 10 segundos, provocando en el material una inmunización contra las termitas, los hongos, la humedad, la oxidación y de otros efectos de las fuerzas de la naturaleza por décadas.
Una vez carbonizadas las piezas de madera se someten a un proceso puntual de acabado, según la terminación que se desee o necesite lograr. De este proceso pueden presentarse diversas versiones:
- la carbonizada autentica o tradicional, sin ningún pulimiento, salvo por el sellante de agua o aceite que se la agrega.
- la segunda que consiste en cepillar una sola vez la pieza una vez carbonizada y se le agrega un sellante de color negro que otorga una apariencia más moderna.
- La tercera en la que se hacen dos cepillados con el que se remueve el color negro por completo dejándolo con un aspecto tostado, que es la madera que se aprecia en las casas de Kyoto.
¿Cómo actúa la técnica?
Reseña Montjoy que la madera está formada fundamentalmente por lignina estructural y carbohidratos hemicelulósicos, por lo que al quemarse su superficie la capa de celulosa se carboniza provocando un revestimiento que convierte a la madera en un material inmune a los insectos, a la intemperie y a la decoloración sin que importe el tipo de clima.
Al contraerse y cerrarse los poros por la acción de fuego o el calor, la capacidad de absorber humedad de la madera se reduce al mínimo, por lo que paradójicamente a la vez se convierte en ignífuga -resistente a la combustión-, apunta Montjoy. Y agrega que al quemarse la madera, su capa más blanda -celulosa- se sustituye por una nueva capa de carbono que es estable y duradera, lo que le impide arder rápidamente.
Refiriendo a Satoshi Kimura -Director de operaciones de la empresa japonesa Japan Yakisugi– anota que esta técnica garantiza una vida útil de la madera tratada de entre 80 a 90 años y agrega que según el mismo «todavía se pueden ver algunas casas japonesas antiguas con más de 120 años» en contraste con el revestimiento clásico de madera dura, que en promedio alcanza una vida útil de tan solo 20 a 50 años.
Las condiciones previas a la aplicación de la técnica y uso del producto
Parafraseando a Maderea.com (2017), si bien muchos podrían creer que se trata de una técnica de sencillo manejo y aplicación, no hay que confiarse mucho puesto que deben tenerse presente varios aspectos a considerar:
- La madera debe estar totalmente seca para evitar que se torne curva, o que no se queme en debida forma para lograr los fines de una inmunización acertada.
- No hay un registro de especies madereras que ofrezcan condiciones particulares para aplicarla o sobre la que quede mejor el acabado. Debe acudirse al ensayo y error.
- Hay determinados cortes de madera que ofrecen mejores condiciones para la aplicación de esta técnica y el logro de resultados efectivos.
- Siempre es necesario aportarle a la superficie carbonizada un elemento sellante, sea cera o aceite, para evitar que manche al momento de la instalación o durante el uso.
- No se recomienda usar la madera tratada con esta técnica en baños, duchas u otras zonas de aseo para evitar que manche.
- El tono más claro o más negro de la madera depende del tiempo al que es sometida al quemado: a más carbonizado más negro quedará.
Beneficios que aporta la técnica Yakisugi
La madera carbonizada ofrece varias ventajas o beneficios nada despreciables. Para maderea.com, las más relevantes son:
- Además de su durabilidad excepcional, la popularidad de la madera carbonizada también se debe a su belleza orgánica.
- Supone menores costos por aplicación de productos, tanto del insumo como del proceso de aplicación.
- Acelera los tiempos de construcción en tanto que la madera no necesita ser pintada o tratada después de la instalación.
- La capa de carbón protege la madera de los rayos UV y la intemperie, que pudiendo procurar entre 80 a 100 años de vida útil, asegura garantía de durabilidad de la estética y la integridad estructural, además de ahorro en gastos de mantenimiento.
- La capa de carbón crea una película que la hace inmune a factores externos que pueden causarle deterioro.
- Su aplicación obedece a un proceso natural, sin uso de productos químicos, no es tóxico y reduce el impacto ambiental.
Pues bien, nos encontramos con una técnica milenaria de tratamiento de un material para construcción a base de madera carbonizada, que se levanta de las cenizas como el ave fénix e ideada por lo japoneses hace más de 400 años para proteger a la madera de las inclemencias del tiempo y asegurar una larga vida útil a las construcciones. Pero más allá, es el potencial que muestra este material tratado con esta técnica para prodigar ambientes con una decoración casi natural, que permite, como se dice en el argot popular matar dos pájaros de un solo tiro implicando un gran ahorro al unísono: garantizar una estructura constructiva de largo aliento y a la vez proveer un ambiente decorativo atractivo y ensoñador, sin aditamentos adicionales.
Referencias
- maderea.es. 2017. La técnica japonesa de la madera quemada; aplicación y aspectos a tener en cuenta. 19 de junio de 2017. https://www.maderea.es/la-tecnica-japonesa-de-la-madera-quemada-aplicacion-y-aspectos-a-tener-en-cuenta/
- maderera.es. 2016. Técnica japonesa que quema la madera para protegerla. marketing.maderea.es, 23 de mayo de 2016. https://www.maderea.es/tecnica-japonesa-que-quema-la-madera-para-protegerla/
- Montjoy, Valeria. 2023. Madera Carbonizada: Una técnica japonesa tradicional que se populariza mundialmente. Arch Daily, 12 de julio de 2023. https://www.archdaily.co/co/880317/madera-carbonizada-una-tecnica-japonesa-tradicional-que-se-populariza-mundialmente?utm_medium=email&utm_source=ArchDaily%20Colombia&kth=6,211,887
- Imagen de portada. Fuente: dwell.com