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Remodelar o Restaurar donde todo parece ruina

No es extraño que en las ciudades e incluso en el campo y en diversas latitudes nos encontremos al menos una vez con una construcción, que por descuido, abandono u obsolescencia, terminan siendo vetustas o pareciendo toda una ruina irrecuperable. Pero no todo termina siendo tragedia, puesto que en muchos casos esos «vejestorios» o «ruinas» pueden tener una segunda oportunidad para adquirir una segunda semblanza o vida.

En efecto la arquitectura y en general la industria de la construcción han acumulado un acervo de saberes y desarrollado toda una batería de técnicas y herramientas que permiten la recuperación de esas construcciones vetustas o ruinosas, que se agrupan bajo lo que se conoce como la Remodelación o Restauración Arquitectónica.

¿Qué es la Remodelación Arquitectónica?

Siguiendo a Souza (2021) puede afirmarse que la remodelación arquitectónica es la capacidad para renovar por completo un espacio habitable, que puede implicar la demolición de elementos o añadir nuevas piezas o elementos, modificando la funcionalidad y mejorando la ambientación de dicho espacio. Eta capacidad es considerada como una de las virtudes más admiradas de los arquitectos.

Esta alternativa que se aplica de manera específica en introducir cambios no estructurales a los espacios construidos, cada vez ha tomado más fuerza producto de la evolución en los estilos de vida, la composición familiar, los estándares de construcción, y las tendencias del mercado, lo que a su vez ha obligado a que las viviendas se vayan adaptando con el tiempo, a los cambios sucesivos que no dan tregua.

En últimas lo que se propone la remodelación arquitectónica es poner a tono con nuevas tendencias, del presente y también hacia el futuro, a esos espacios y ambientes de aquellas construcciones que se erigieron en el pasado, a los que el discurrir del tiempo ya les va pasando factura. En otros términos, se trata del quehacer arquitectónico que contribuye al rejuvenecimiento de las construcciones a partir de retoques ingeniosos, creativos y significativos.

Fuente: arqa.com – Cortesía BoysPlayNice

¿Qué es la Restauración Arquitectónica?

Cuando una construcción antigua, en decadencia y entrada en ruina pero que encarna un gran valor cultural, histórico o simbólico, pretende conservarse más no derribarse o reemplazarse, es donde entra en acción la restauración arquitectónica. Y si bien es cierto que este concepto por lo general está ligado a monumentos y edificios históricos, también resulta aplicable para edificios y casas de habitación que pueden, ya no rejuvenecer sino renacer.

En últimas, lo que se propone la restauración arquitectónica es conservar nuestro patrimonio como una forma de preservar la huella socio-cultural e incluso familiar.

Para el portal Gurtek.es (2019) la forma de intervenir en cada edificio no necesariamente siempre ha de ser la misma, puesto que todo dependerá del tipo de edificio, de su antigüedad, del grado de deterioro que tenga, entre otras, por lo que pueden presentarse tres formas de restauración de obras arquitectónicas: recuperar, conservar o readaptar.

Recuperación

En el sentido más amplio de la palabra la restauración busca recuperar el edificio en su aspecto original, de tal forma que se logre una reproducción fidedigna con los mismos materiales, mismos elementos arquitectónicos, colores, etc. Se trata de lograr que la restauración se note pero no se vea, de conseguir la sensación de haber viajado en el tiempo y de estar en el edificio original.

Conservación

Esta forma de restauración tiene que ver más con la conservación que con la recuperación. Con ella se trata de mantener la autenticidad de lo existente evitando que el edificio se deteriore por los trabajos respectivos, pero que esas nuevas intervenciones se aprecien por el uso de otros materiales o de otras técnicas arquitectónicas. Como resultado de esta modalidad de intervención se espera que lo nuevo se distinga de lo original y que el legado histórico destaque. En últimas se trata más de reparar que de restaurar.

Readaptación

Esta tercera modalidad de restauración se refiere a una intervención creativa en el edificio o monumento, con el que se incorporan los estilos arquitectónicos vigentes en el momento de la restauración. La readaptación se asimila a la remodelación, pero se diferencian en la complejidad de la primera que es mucho más exigente en cuanto al equipo profesional, las técnicas e incluso los materiales que se apliquen de tal forma que no se altere sustantivamente la forma y esencia original, pero tampoco se sacrifique la posibilidad de darle un toque de modernidad y actualidad a algunos componentes de la edificación o monumento.

Fuente: gurtek.es

En síntesis, la remodelación se hace depender más del ingenio y creatividad del arquitecto, pudiendo ser solo uno el profesional que interviene, mientras la restauración es más compleja en tanto que por las connotaciones de la misma y el valor histórico o simbólico del sujeto a intervenir, demanda más un equipo interdisciplinar que debe convocar además de arquitectos también a ingenieros, artistas, historiadores, posiblemente antropólogos o sociólogos.

Un caso representativo de remodelación y uno de restauración

Dos ejemplos nos ilustran acerca de la aplicación de estas dos modalidades de intervención arquitectónica: la remodelación de Lucas Muñoz y la restauración de Lina Salazar.

Remodelación de la Oficina de un histórico Estudio de Arquitectura

Como lo expresara Lucas Muñoz referido por Margalejo (2024), «donde otros ven basura, yo veo una oportunidad». Este arquitecto español se propuso asumir la tarea de reformar una oficina en un edificio histórico de Antonio Lamela, sin desvirtuar el proyecto original de 1964, pero aprovechando todo lo que había en la antigua notaría, reformada por una primera vez con poco cariño a principio de los 90, como reseña la misma.

Lamela fue un destacado arquitecto español por muchos considerado todo un revolucionario y visionario de la arquitectura a quien se le adjudica la autoría, entre otros, del novedoso concepto de la «oficina paisaje» que aplicó a la oficina de su propio Estudio Lamela situada entonces en el número 34 de la calle O’Donnell de Madrid. En su oficina este concepto se hizo evidente en las novedades de la supresión de espacios cerrados y la incorporación de techos continuos con iluminación y paneles de absorción acústica, suelos y paramentos enmoquetados y fachadas quebradas.

Fuente: arquitecturaydiseno.es – Cortesía Estudio Lamela

Esta oficina fue el foco de la intervención de Muñoz, cuyo propósito fundamental fue devolverle su esencia original suprimiéndole todo lo que se le añadió con la reforma del 90.

Muñoz, descrito por Margalejo como radical y poco convencional, lo primero que hizo fue ponerse en contacto con el Estudio Lamela para contar con su apoyo y hacer un ejercicio de memoria histórica para intentar encontrar las huellas de su versión original, en la perspectiva de reeditarla y protegerla.

Luego solo elaboró una maqueta para ilustrar a las promotoras y al estudio Lamela, por donde iría la remodelación, la que realmente fue dándose sobre la marcha y reformulándose de manera orgánica a la medida en que se iban retirando los añadidos y el diseñador veía las posibilidades de lo quitado e iba pensando su re-uso.

La intervención en ultimas consistió sustantivamente casi que en retirar todos los elementos que se le agregaron al espacio original en la primera remodelación y en agregar algunos elementos nuevos como unos bastidores de madera de chopo que actúan de expositor de materiales, como biombo, generando pequeñas salas de reuniones y como acústico, al igual que una cocina de la misma madera que se abre como un food truck para los eventos.

Fuente: arquitecturaydiseno.es – Cortesía Asier Rua
Fuente: arquitecturaydiseno.es – Cortesía Asier Rua

La Restauración de una Casa del Norte de Bogotá

Este es el proyecto desarrollado por la destacada Arquitecta Lina Salazar a quién se le encargó la restauración de una casa patrimonial construida en la primera década del siglo pasado, para convertirla en el hogar de una familia. El primer desafío que enfrentó el proyecto fue llevarlo a cabo respetando la normativa vigente en cuanto a intervención de inmuebles declarados de interés cultural por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC).

Las normas altamente restrictivas que regulan este tipo de proyectos, condujo a que el trabajo se centrara en la recuperación integral de la casa, sin modificar ningún elemento constructivo, mientras que las fechadas que presentan ornamentos de la época, debieron preservarse.

Y como bien lo apunta Becerra, la esencia de la intervención implicó la comprensión de sus valores materiales históricos por parte de la arquitecta y la consecuente apropiación de sus moradores. Dadas las restricciones normativas, pero con el firme propósito de atender las aspiraciones de los propietarios, la arquitecta se dio a la tarea de realizar una serie de intervenciones concretas en materia de acabados y decoración, que pueden resumirse en:

  • La carpintería arquitectónica, el parquet de madera y las ventanas se conservaron, dadas sus cualidades materiales y formarles.
  • La cocina conserva la estética de comienzos del siglo XX. Solamente se agregaron elementos decorativos, lámparas y electrodomésticos modernos.
  • Cada área se intervino con base en una paleta de colores específica de colores y texturas.
  • Las ventanas originales se conservaron
  • La escalera principal fue la gran protagonista de esta vivienda, a la que se le conservó su estructura original y solo se le cambio la alfombra de una de color rojo a una más contemporánea.
  • Las puertas y pisos se recuperaron sin estropear ninguna pieza, especialmente las cerraduras y manillas de las puertas.
  • El vestíbulo fue la única área donde, por fuerza mayor, se tuvo que reemplazar el parquet original.

Enmarcando esta intervención en la tipología de formas de restauración, se concluye que se trató de una Readaptación.

Pues bien, hemos realizado un recorrido por dos conceptos o formas de intervención arquitectónica y dos ilustraciones de casos, que nos permiten dimensionar y apreciar de lo que es capaz de hacer la arquitectura, para darle una oportunidad de una segunda larga vida a construcciones o monumentos de gran significación histórica y simbólica para la sociedad o para sus propietarios particulares.


Referencias

Por: Jorge Iván Campos

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