La virtualidad es hoy la realidad más evidente
Hace unos 42 años, un campesino que apenas tenía contacto con el mundo exterior y su acontecer a través de un radio transistor de baterías, un día le preguntó a su hijo con cierto escepticismo como era posible que a través de un teléfono se pudiese enviar un escrito en papel de un lugar a otro y a grandes distancias. El hijo con cierta indulgencia y consideración le contó que ya se había inventado un aparato telefónico que trasmite voz y a la vez transmite textos escritos. Le dijo que es el telefax, un dispositivo algo similar pero más avanzado que el telégrafo. Pero a pesar de la analogía que le planteo su hijo, que en principio lo tranquilizó, aún seguía preguntándose como eso era posible en la realidad.
Para ese inquieto campesino no resultaba fácil entender que pudiese existir algo así de inverosímil. Pareciendo una ficción, la virtualidad es un hecho ya desde un tiempo atrás, y es una realidad que emergió para quedarse, pero más aún, para evolucionar, puesto que por su misma naturaleza recreativa en tiempo real, está condenada a escalar hasta el infinito o lo inimaginable.
Pues bien, el telégrafo -Morse-, el teletipo -Marconi- y el telefax -Bidwell- son especies tecnológicas que evolucionaron en su momento de la una a la otra y marcaron la ruta inicial del complejo de las telecomunicaciones que hoy se condensa en el internet y la web. Esta última también ha evolucionado de la mano de los sistemas de manera vertiginosa y sorprendente, que no solo ha permitido conectar al planeta de manera global en tiempo real si no que ha hecho “materializar” lo que se conoce como realidad virtual a tal punto de materializar la segunda, tercera, y ya hoy la cuarta dimensión -2D, 3D, 4D- , las dos primeras perceptibles físicamente que hacen parte del mundo de lo físico, y la última imperceptible físicamente que correspondería específicamente al tiempo.
Hasta ahora la humanidad ha venido usando masivamente el internet pero ¿Qué pasa si alguien puede estar dentro o hacer inmersión en internet interactuando con otros? Si esto fuese ya posible entonces hay que decir que se está ante el Metaverso. Parafraseando a Roura (2021), se dice que éste es el futuro de internet y se están moviendo cuantiosos recursos hacia la creación de este nuevo universo digital que promete transformar determinantemente nuestras experiencias en la web.
La primera vez que se habló de Metaverso fue en 1992 por Neal Stephenson en su novela futurista de ciencia ficción Snow Crash donde los humanos como avatares -la representación de uno mismo en ese universo- interactúan entre sí en un espacio virtual tridimensional que utiliza la metáfora del mundo real. Y esa misma idea de ciencia ficción está en camino a convertirse en realidad. (Roura, 2021).
Etimológicamente la palabra está conformada por dos vocablos: meta, que significa más allá, y verso, que procede de la palabra universo, lo que quiere significar «más allá del universo». El Metaverso es un estadio superior de la realidad virtual y la realidad aumentada, ya existentes, que se funden y cobran vida real en internet.
Acogiendo lo que expone Conde (2021), puede afirmarse que la realidad aumentada, sin que sea muy novedoso, se materializa cuando al usar unas gafas especiales con la tecnología propia, en la medida que se avanza por la calle se va obteniendo información adicional a la que se está viendo alrededor. Por ejemplo, si alguien se acerca a un poster publicitario de una película, con la gafas podrá ver el tráiler completo de esa película. La realidad virtual es un reemplazo de la realidad con la que literalmente se entra en otro mundo cuando se coloca un equipo especializado en la cabeza, y se trata de un mundo en el que en ese momento están sucediendo muchas cosas. (Conde, 2021).
Y a decir de Roura, en este universo digital podemos teletransportarnos instantáneamente como un holograma para estar en la oficina o asistir a un concierto sin tener que desplazarnos para ponernos al día. Inexorablemente los Metaversos como universos o entornos en los que un ser humano puede interactuar mediante avatares de manera social en el ciberespacio ya están aquí, y en ellos se logra una experiencia inmersiva y multisensorial con el uso aplicado de diversos dispositivos y desarrollos tecnológicos en internet -gafas, cascos, auriculares, software-.
Y en medio de todos estos avances tecnológicos se ocurre preguntar si ¿en ese nuevo universo virtual en internet es posible que incursione la actividad inmobiliaria? Y la respuesta es sí. Ya viene ocurriendo y se intensificará cuando logre su acabado en la perspectiva que explora Facebook que ya hoy se llama Meta y se identifica con el símbolo que representa esta letra en el alfabeto griego.
Según B.B., el mundo virtual con sus avatares va abriéndose paso. Muchos aseguran un cercano boom de esta realidad alternativa, gracias a la tecnología Blockchain -plataforma de servicios de criptomonedas-, que impactará a numerosos sectores, entre ellos el inmobiliario (B.B., 2021). Agrega que mundos virtuales se desarrollan rápido con numerosas actividades económicas presentes mientras que el real estate -mercado inmobiliario- se posiciona para estar presente y comercializar propiedades digitales, entre otros servicios.
Complementa el mismo que gracias al Blockchain y a los NFT -Token’s no fungibles que garantizan la identidad del titular de la transacción- los terrenos digitales tienen al final un uso similar a los que se pueden adquirir en una ciudad real: inversión, disfrute personal, venta, arrendamiento, o para el desarrollo de servicios y productos dentro de la plataforma, etc.
Según Housell, una de las primeras empresas en ofrecer servicios de real estate es el Metaverse Property. Oficiando como una consultora la firma ofrece bienes raíces en Descentraland al igual que en otras plataformas como Sandbox, Somnium Space, Upland y Criptovoxels. Pero además del mercado estrictamente inmobiliario -venta y alquiler- en algunas de éstas y otras plataformas, compañías como ésta están desarrollando otras actividades del sector como información sobre índices, ocupando secciones de vivienda en periódicos como El Mundo y ABC, agente inmobiliario -estate agent-, inversiones inmobiliarias -real estate investment-, o impuestos aplicables sobre bienes e inmuebles -real estate tax-.
Ecosistemas Metaverso pioneros han estado centrados en los juegos, o usados como parte del estilo de vida, o con fines terroristas, pero hoy irrumpe el concepto como una posibilidad de futuro en comunicaciones, economía y entretenimiento, de la que seguramente no estará ausente la actividad inmobiliaria, y en la que deberá estar la actividad constructora en toda su dimensión.
Referencias
- B.B. 2021. ejeprime.com. El metaverso: qué es y cómo puede aprovecharlo el inmobiliario. [En línea] Ejeprime, 20 de diciembre de 2021. https://www.ejeprime.com/mercado/el-metaverso-que-es-y-como-puede-aprovecharlo-el-inmobiliario.html
- Conde, Dani. 2021. metaverso.lacienciadelafelicidad.org. ¿Qué es el Metaverso? [En línea] ConvertKic, 2021. https://metaverso.lacienciadelafelicidad.org/que-es-el-metaverso-2/?gclid=CjwKCAiA24SPBhB0EiwAjBgkhkrfC2v7ptzzyogo3OtRrCnEe3NqmeTHcBXGEj1OGl6BbZK9aOJEjBoCP70QAvD_BwE
- Roura, Ana María. 2021. Qué es el metaverso y cuáles son las dudas que genera este mundo “gemelo” digital. [int.] Ana María Roura. [prod.] Ana María Roura. BBC; Youtube, 2021. https://www.youtube.com/watch?v=XIJwITC2DeU
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