Una muestra significativa del impacto social que puede causar la arquitectura
Chigorodó, es uno de los 1.101 municipios colombianos que se encuentra localizado en la subregión de Urabá en el Departamento de Antioquia, Colombia. Su elevación sobre el nivel del mar es de tan solo 34 m y la temperatura promedio en la cabecera municipal oscila entre los 28 °C a 30 °C, por lo que es una localidad altamente cálida. Su población actual ascienda a los 48.924 habitantes, asentados, 37.368 (76.37%) en la cabecera y 11.558 (23.62%) en la zona rural.
Este proceso de concentración de la población en el casco urbano, en las tres últimas décadas se ha venido acrecentando, y como lo reseña el portal Prevencionviolencia.univalle.edu.co (2024), este fenómeno ha venido siendo jalonado por la migración derivada de las expectativas causadas por la industria bananera, la declaratoria de «zona especial aduanera» y «zona de libre comercio», y la concentración de la tierra con fines ganaderos y bananeros. Pero el mismo advierte que este proceso de concentración poblacional urbana ha estado presionado por el desplazamiento de personas de la zona rural producto del conflicto político-militar.
La nueva realidad de este municipio ha presionado un incremento en la demanda de servicios básicos y esenciales para la población urbana, entre ellos el de educación. Para cubrir esta demanda el municipio cuenta con cinco establecimientos no oficiales y cincuenta y uno oficiales, entre los que se encuentra la Institución Educativa Chigorodó (I.E. Chigorodó), que como reseña Pintos (2024,) consiste «en un conjunto de edificaciones construidas desde la década de 1960 hasta la actualidad, principalmente bajo la gestión de la misma comunidad a la que pertenece».
Se trata de edificios que, si bien reflejan la preocupación de la gente por asegurar un futuro a sus hijos, también tienen muchos problemas de diseño e ingeniería, especialmente climáticos, que impiden que sean un lugar adecuado para que los niños estudien y jueguen.
Además, la población local crece constantemente y exige más oportunidades de las instituciones educativas que no pueden satisfacer, lo que obliga a los padres a buscar escuelas más lejos, incluso en zonas remotas, para educar a sus hijos. Esto impulsó a Fundrafut a fusionar a la I.E. Chigorodó como parte de un plan de mejoramiento de escuelas en la zona bananera del Urabá-antioqueño, un trabajo de largo plazo encaminado a recuperar la dignificación de los espacios educativos de la zona, así como promoverlos como centros de integración social. La asociación no solo atiende a niños, sino también a todos los actores de la región.
Al inicio del proceso de mejora de las instalaciones, se realizaron talleres comunitarios para desarrollar un programa arquitectónico que reflejara las necesidades reales de las personas que eventualmente usufructuarían el edificio. Se dio prioridad a la construcción de 4 aulas nuevas, que aumentarían la capacidad del colegio hasta 140 alumnos, así como el Coliseo, que permitiría la realización de deportes y actividades grupales para todos a la sombra, protegiendo la zona de la luz solar intensa.
A estos dos elementos, el equipo de arquitectos añadió varios baños privados, una cocina y un comedor para proporcionar suficiente comida a los niños, además de una nueva entrada a las instalaciones, que se convirtió en un punto de reunión solemne para todos. Además de las necesidades programáticas, la principal preocupación del proyecto es incorporar a esta expansión las condiciones climáticas y la cultura locales, una cultura en la que la gente vive al aire libre, en caidisos y puertas con sombra, donde se aprovecha el viento. Hay que protegerlo de las fuertes lluvias que se presentan frecuentemente a lo largo del año y del calor con una temperatura promedio de 30 °C.
Estos espacios intermedios también facilitan encuentros espontáneos entre personas de la localidad, fortaleciendo así un sentido de comunidad. Si bien el plan maestro suponía cambios en todas las áreas del centro educativo, durante la primera fase de intervención se decidió no cambiar ninguna de ellas para no reducir la capacidad del colegio. Luego se decidió combinar la arquitectura existente construyendo un bloque bajo en forma de L que contiene la cafetería, los servicios y las aulas, junto con las estructuras existentes, creando un patio central como lugar de reunión.
En medio de este espacio central se construyó el Coliseo, un espacio que ahora va más allá de una simple instalación deportiva y, como ya se mencionó, fue concebido como una plaza cubierta abierta a toda la comunidad. Este nuevo espacio permite que otras dos áreas se destaquen dentro del gran patio: un área de jardinería que conecta con la entrada y un área de juegos en medio de los árboles. La ubicación del Coliseo en el centro de la institución ayuda a mantener su pequeña escala, rara vez supera un piso de altura, así como la complejidad de los techos que le dan una forma distintiva que lo distingue del resto.
La terraza, que también incluye una marquesina, es un espacio abierto donde los estudiantes pueden permanecer libremente, protegidos del sol y la lluvia, junto con mobiliario especial que promueve diferentes estilos de vida. Las nuevas aulas también se conectan directamente con el patio, y están diseñadas para crear espacios abiertos y no jerárquicos entre las áreas de reunión previas a las clases, donde se fomenta el debate libre.
Estas aulas, al igual que el Coliseo, abren los espacios colectivos de la institución a través de fachadas permeables, presentando más que un espacio cerrado tradicional, abierto al colectivo y al medio ambiente. Finalmente, se construyó una nueva intersección que desplaza el borde del colegio a unos pocos metros del límite actual. Este movimiento crea un espacio sombreado donde los padres pueden esperar a sus hijos, al mismo tiempo que crea una fachada aireada que conecta el interior de la escuela. I.E. Chigorodó con la comunidad de la que forma parte.
Desde su apertura, toda la comunidad ha recuperado activamente estos espacios, no sólo como escuela sino como un centro cultural que abre hasta altas horas de la noche, convirtiéndose en todo un centro comunitario en el que se desarrollan los diferentes eventos culturales, educativos, sociales y deportivos, adaptándose a la historia y la cultura de Chigorodó.
Construir en el trópico implica entender el clima como un aspecto central de los edificios, más en situaciones extremas como el Urabá antioqueño, es por esto que las aulas, el coliseo y los espacios de servicios son concebidos con grandes aleros que los protegen del sol directo, a la vez que con calados y persianas que generan ventilaciones cruzadas, disminuyen la sensación térmica al interior de los espacios, y a la vez permiten la iluminación natural de la totalidad de la edificación.
Por esto mismo se ha elegido el blanco como el color de las nuevas obras, dándole a la luz del proyecto una condición reflejada y difusa. Las cubiertas inclinadas, que disminuyen mantenimientos futuros, direccionan el agua lluvia para ser almacenada y procesada para el consumo de la I.E. Chigorodó, una necesidad sentida en una zona donde los cortes de agua son permanentes.
Pues bien, nos encontramos ante un nuevo ejemplo de como la arquitectura interactuando con la comunidad beneficiaria y con voluntad política, contribuye al mejoramiento de las condiciones físicas, funcionales y de uso, de un bien que cumple un rol fundamental en el desarrollo de la comunidad.
Gracias a esta renovación la I.E. Chigorodó hoy no solo muestra una nueva cara sino que también ofrece inmejorables condiciones para albergar a la población educativa y diversidad de alternativas socioculturales a toda la comunidad.
Referencias
- Pintos, Paula. 2024. Reciclaje Institución Educativa Chigorodó / Taller Síntesis. Arch Daily, 13 de agosto de 2024. https://www.archdaily.cl/cl/1019972/reciclaje-institucion-educativa-chigorodo-taller-sintesis?utm_medium=email&utm_source=AD%20CL(PE%20&%20CO%20included)&kth=6,211,887&mc_cid=024e41c993&mc_eid=345f6561d6
- prevencionviolencia.univalle.edu.co. 2024. Perfil Municipio de Chigorodó. Universidad del Valle, 19 de agosto de 2024. https://prevencionviolencia.univalle.edu.co/observatorios/antioquia/chigorodo/archivos/perfil_chigorodo.pdf
- Imagen de portada. Institución Educativa Chigorodó (Chigorodó, Colombia) Fuente: archdaily.cl – Cortesía Isaac Ramírez