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Locuras Arquitectónicas de no poca controversia

 

 

Algunas de las más icónicas creaciones arquitectónicas que han sido calificadas por especialistas y personas del común como locuras casi lunáticas han sido ingeniadas por arquitectos descollantes, algunos de los cuales han sido galardonados con premios mundialmente reconocidos o el nobel de arquitectura, el premio Pritzker.

Pero pese a la majestuosidad de sus obras, algunas no han estado exentas de severas críticas por sus excentricidades, la opulencia exagerada o por salirse de todos los cánones previsibles de la razón. Y como lo sugiere Bermejo (2024) los arquitectos siempre tienen un punto controvertido, por lo que también resulta difícil que un edificio le guste a todo el mundo, pero hay arquitectos, y sobre todo proyectos que, sencillamente, no pueden escapar a la polémica. He aquí tres de ellos que han despertado y siguen suscitando la furia de propios y extraños.

 

Oculus de Nueva York

Y como lo anota el mismo Bermejo «nunca mejor dicho, Calatrava lleva su propia cruz en Nueva York…, y en Valencia, Oviedo, Venecia y Barcelona». Y anota que casi todo lo que proyecta termina costando más de un riñón.

Pero entre todos los proyectos supuestamente desatinados o salidos de presupuesto, tanto arquitectónico como monetario, está la que Bermejo denomina La «cruz» futurista de la Terminal del Word Trade Center de Nueva York, una obra que se le encomendó tras el derribo de las Torres Gemelas provocado por los fatídicos atentados del 11 de septiembre.

Oficialmente denominado Oculus, pero signado como «el ave liberada de las manos de un niño» por el ingenioso arquitecto valenciano, esté controvertido proyecto ha suscitado la más diversa gama de críticas que van desde su diseño hasta su costo de ejecución.

Oculus constituye la cubierta o parte externa de la estación del tren suburbano Paht, que conecta a la ciudad de Nueva York con la zona suburbana del Estado de Nueva Jersey, además de ofrecer la conexión con 11 líneas de metro adicionales. Fue diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava y abierto al público en marzo de 2016. La obra realmente evoca el esqueleto de un animal gigantesco y es la última adición a la llamada zona cero de Nueva York, donde ocurrieron los atentados de 2001.

En nota del Diario 24 Horas replicada por el portal Vanguardia.com.mx (2016) se reseña que si desde fuera Oculus asemeja un ave desplegando las alas para alzar el vuelo, desde adentro genera la impresión de una enorme ballena, a través de cuyas costillas se puede mirar el exterior, en específico la torre del World Trade Center Uno.

Para llegar al interior de Oculus se deben cruzar varios pasillos, pintados totalmente de blanco, lo mismo que el interior y el exterior del monumento, lo que ofrece una extraña sensación de serenidad pese a que aloja a una estación de trenes, donde la prisa es constante. Pero vista desde el vestíbulo ubicado dos niveles por debajo del piso, se tiene la impresión de estar dentro de una catedral -por la altura de los techos-, desde cuyos techos se filtran la luz y el paisaje, agregó el mismo diario.

Pero pese a su majestuosidad, esta creación de Calatrava no estuvo libre de controversia, especialmente porque estaba prevista su construcción en cinco años pero se postergó por dos más, y su costo inicial era de dos mil millones de dólares, pero al finalizar terminó costando casi dos mil millones adicionales.

 Calatrava es un reconocido y laureado ingeniero, arquitecto y escultor español oriundo de la pedanía Benimàmet de la ciudad de Valencia, nacido en 1951. Desde los 8 años estudió en la Escuela de Bellas Artes donde comenzó formalmente su formación como dibujante y pintor. A los 13 años estuvo en París en un intercambio estudiantil, de regreso asistió a clases nocturnas en la Escuela de Bellas Artes y Oficios de Burjasot, y en 1974 se graduó como Arquitecto en la Escuela Politécnica de Valencia. Realizó un curso de posgrado en urbanismo y en 1975 se trasladó a Zúrich donde estudió Ingeniería Civil en el Instituto Federal de Tecnología -ETHZ, por sus siglas en alemán-.

Estación del PATH del World Trade Center, también conocido como The Oculus (New York, Estados Unidos)
Fuente: en.m.wikipedia.org, cortesía Nadia Eimandoust
Estación del PATH del World Trade Center, también conocido como The Oculus (New York, Estados Unidos)
Fuente: expedia.es

 

El Walkie-Talkie de Londres

Viñoly, el arquitecto uruguayo, se lapida y flagela con este proyecto. Una falla de cálculo y una completa desatención de las condiciones geofísicas y meteorológicas propias de la ciudad de la eterna opacidad que provoca la permanente nubosidad que la cubre, hoy hace de Londres la ciudad que alberga uno de los edificios más desatinados del patrimonio urbano londinense.

Y como lo anotara Quesada (2020), en Londres el sol también brilla y lo saben los transeúntes y conductores que se atrevieron a pasear y parquear sus autos frente a este edificio el día que se inauguró en 2013. Y agregó que nadie, ni el arquitecto que lo diseñó -Rafael Viñoly- ni los ingenieros que planificaron su estructura cayeron en la cuenta de que la curvatura de la fachada acristalada provocaría la concentración de los rayos solares reflejados hasta el punto de derretir todo lo que se encontraba a sus pies.

Relata Bermejo que antes de su inauguración la BBC ya contaba en un artículo como el rascacielos había derretido parte de la pintura de un Jaguar, y la leyenda negra da cuenta de casos de sillines de bicicletas derretidos por el reflejo provocado por el sol en su fachada acristalada. Los londinenses, solo por su forma, ya lo habían apodado como el Walkie-Talkie pero a partir de los desastres que provocaba le pusieron una variante del seudónimo y ahora lo apodan Walkie-Scorchie o el quemador Walkie.

Rafael Viñoly, nació en el año 1944 en Montevideo y murió en 2023 repentinamente. Inició su carrera profesional en arquitectura aun estudiando en la Universidad de Buenos Aires y en 1964, dos años antes de titularse en arquitectura, ya había fundado el Estudio MSGSSV con otros seis socios a sus 20 años de edad. En 1969, cuando se tituló, junto con su empresa colaboradora ya había terminado el edificio sede del Banco Central de Buenos Aires. En lo sucesivo diseñarían juntos grandes proyectos comerciales y de viviendas en toda Argentina, y por todo el mundo. El legado de Viñoly, salido de las convenciones, es inmenso y muy valorado, muy a pesar de este descache.

20 Fenchurch Street (Londres, Reino Unido)
Fuente: glastroesch.com
20 Fenchurch Street (Londres, Reino Unido)
Fuente: independent.co.uk, cortesía Peter Macdiarmid

 

Neom de Arabia Saudí

Neom es la visión del príncipe heredero SAR Mohammed bin Salman de un megaproyecto urbanístico que se desarrollará en Arabia Saudí y que está dando mucho de qué hablar. Voces de envergadura se han hecho sentir, y nada menos el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha condenado el faraónico proyecto por los desalojos y desplazamientos que está provocando.

Neom, es el acrónimo de Nuevo Futuro que se forma con el vocablo griego neos, que significa «nuevo» y mustaqbal, vocablo árabe que se refiere al futuro. El emblema del proyecto es el rascacielos The Line en el que trabajan destacados estudios como Morphosis o Coop Himmelb(l)au, entre otros.

Para Gimeno (2024) es el mayor proyecto hoy en día de creación de una ciudad-estado desde cero entre las aguas del mar rojo y el desierto -con una superficie tres veces la de Chipre-, con una visión basada en las necesidades del futuro, con el potencial de convertirse en uno de los mayores centros del mundo de investigación y desarrollo sostenible en múltiples disciplinas, cuya financiación paradójicamente se realiza con las incalculables ganancias que deja la explotación del petróleo árabe.

The Line será una ciudad con un millón de habitantes y 170 Km de longitud, que preservará el 95% de las áreas naturales, con cero automóviles convencionales, cero calles y cero emisiones de carbono. Estará conformada por el «Octógono», la mayor construcción del mundo sobre el mar y polo industrial del proyecto, y por «La Línea» de 170 km construida en línea recta entre la costa del golfo de Aqaba y la cordillera con la montaña de Jabal Al-Lawaz de 2.549 metros de altitud y frecuentemente nevada, comunicada por una línea Hyperloop de alta velocidad y vehículos eléctricos voladores -eVTOL, por sus siglas en inglés-.

Desde el punto de vista arquitectónico lo que más se cuestiona es su inusual altura, que en la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2023 fue calificada como «Un poco estúpida» por Peter Coock, uno de los arquitectos principales del proyecto. Incluso Bermejo, después de observar uno de los renders del proyecto se atrevió a decir que tiene más de un «muro trumpista que cualquier otra cosa».

Visión conceptual de la ecociudad «The line» (Neom, Arabia Saudita)
Fuente: elconfidencial.com
Visión conceptual de la ecociudad «The line» (Neom, Arabia Saudita)
Fuente: neom.com

Son muchos los casos de este tipo, pero tan solo estos tres nos dan una idea del inimaginado límite que puede transgredir el ingenio de diseñadores y arquitectos, que aunque rompen esquemas, a la vez conciben proyectos que parecen salidos de los cabellos, y en no pocas ocasiones desafían los parámetros de la razón y la lógica.

Pero como la inédita y milenaria máxima, al parecer de origen ruso, que reza «las grandes obras las idean los locos soñadores, las ejecutan los luchadores natos, las disfrutan los cómodos cuerdos y las critican los inútiles crónicos», no han de faltar posturas insensatas que pretenden coartar esa imaginación creativa sin límites que nos ha aportado grandes realizaciones arquitectónicas, que no solo han contribuido al desarrollo de un urbanismo significativo, sino también, a un hábitat más humano y sostenible.

 


Referencias

Por: Jorge Iván Campos

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