No hay duda de que el sector de la construcción ha sido importante para la economía colombiana, pero también los hechos parecen indicar que el actual gobierno no ha dado un buen manejo a la política de este sector, pues la construcción -así como la economía en general- ha tenido un comportamiento recesivo desde el 2016.
Lauchlin Currie fue el primero que planteó que la construcción, en particular la vivienda, podía servir para promover el crecimiento económico. Según Currie (1993), quien en 1961 formuló una política que se conoció como la estrategia del sector líder, dijo que esta tenía como objetivo
Detener o controlar una recesión, o a elevar el nivel de crecimiento económico a través del desvío de fondos hacia sectores que hubiesen demostrado su capacidad de moverse independientemente de la tendencia general”. El sector a seleccionar como líder debía por lo tanto ser “lo suficientemente grande como para ejercer influencia sobre la tendencia de la actividad económica
Currie llegó a la conclusión que los sectores líderes en Colombia para ese momento eran la construcción, las exportaciones y el gasto público.
La idea de incluir el sector de la construcción le surgió, curiosamente, con ocasión de la intensa discusión teórica sobre la estrategia de mejoramiento de la productividad del sector agrícola como alternativa para aliviar el problema de la pobreza rural en Colombia.
El punto de partida de Currie en la discusión era que la estrategia de mejoramiento de la productividad no era consistente con aspectos muy conocidos de este sector, entre ellos la tendencia a perder participación en el producto interno bruto, lo cual implica que no puede usarse con el objetivo de generar empleo masivamente, y menos en un momento en el que un porcentaje muy alto de la fuerza de trabajo disponible en el campo, en términos prácticos, estaba desempleada.
La alternativa de Currie fue la creación de empleos fuera del sector agrícola, aceptando -no impidiendo como se pretendía en ese entonces- la migración del campo a la ciudad. Pero quedaba una inquietud muy relevante ¿Cómo crear empleo en las ciudades para esa mano de obra no calificada? La respuesta del profesor Currie resuena hasta nuestros días: promoviendo el sector de la construcción. No hay ningún otro que pueda absorber tanta mano de obra poco calificada. Además, al mismo tiempo induce la expansión de la demanda agregada. Para Currie -tal como se hizo con algunos sectores en Estados Unidos- el Estado, mediante la promoción de la construcción puede inducir una demanda real adicional necesaria para que se cumpla el ciclo típico de los mercados: un incremento de la demanda real induce mayor división del trabajo, lo que genera más demanda y más división del trabajo. Así el crecimiento se vuelve endógeno y autosostenido. Esta tesis, con un refinamiento analítico y matemático que no es necesario transcribir aquí, fundamentó el plan conocido como la Operación Colombia.
Currie, que había sido asesor de Franklin Delano Roosevelt en el diseño y aplicación de la política económica conocida como New Deal, tenía la independencia personal y de criterio necesario para formular tesis alternativas, aún si eso implicaba romper con esquemas que se estaban imponiendo en la corriente principal de la economía. Es notable que la formulación de Currie fue el resultado de un momento de inspiración luego de años de investigar la economía colombiana; la tesis sobre la construcción como sector líder se le ocurrió 12 años después de haber llegado a Colombia como jefe de la primera misión que el Banco Mundial enviaba a un país en desarrollo. Ocurrió al entender las implicaciones del empleo disfrazado que caracterizaba la situación en el campo colombiano. Currie rememoró ese momento así:
Yo supongo que durante casi toda mi vida he sabido el significado de la expresión desempleo disfrazado. Sin embargo, no fue sino hasta 1961 que súbitamente comprendí su significado con respecto al problema colombiano. El súbito descubrimiento de que en términos económicos la mitad de la fuerza laboral colombiana se hallaba desempleada, fue la clave para todo el análisis de contenido en la Operación Colombia. Si se perdona la pretensión de la analogía, vino a ser la tradicional manzana que cayó sobre la cabeza de Newton (Currie, 1993).
La tesis del sector líder fundamentó más tarde el plan de las Cuatro Estrategias del gobierno de Pastrana Borrero, el cual dio lugar a la creación de las corporaciones de ahorro y vivienda, y las unidades de poder adquisitivo constante, UPAC (hoy UVR), un sistema para promover el ahorro y destinarlo a la construcción de vivienda.
En el 2007, el Observatorio de Macroeconomía para el pleno empleo y la Estabilidad de Precios de la Facultad de Ciencias económicas de la Universidad Nacional realizó un estudio con el objetivo de validar las tesis de Currie, encontró que seguía siendo válida y que la construcción, las exportaciones y el gasto público seguían siendo sectores líderes.
El actual gobierno también recurrió al sector de la construcción como fundamento de la generación de empleo, incorporándolo en dos de sus promocionadas “locomotoras”, la de infraestructura y la de vivienda. Su meta era la de reducir el desempleo a cifras de un dígito y crecer a una tasa no inferior al 6% anual, pero los resultados no indican que el gobierno de turno esté haciendo buen uso de la política propuesta por el profesor Currie. Durante el primer cuatrienio –tomando los datos entre el 4° trimestre de 2010 y 3° del 2014 (años de octubre a septiembre), dado que es lo que mejor corresponde con el hecho de que el periodo presidencial empieza y termina en agosto- el crecimiento promedio fue del 5,11%, y para los tres años transcurridos del segundo periodo presidencial ha sido de sólo el 2,18% (DANE, 2017). Si bien el crecimiento del primer periodo presidencial se puede considerar un logro parcial pero aceptable, en el segundo la economía creció muy por debajo de lo esperado.
Dentro de la tesis del profesor Currie, ese comportamiento del PIB total coincide con el buen comportamiento del sector de la construcción durante el primer cuatrienio y el recesivo durante lo transcurrido del segundo, pues en efecto la construcción creció a una tasa media del 9,14% y del 2,08%, respectivamente.
En conclusión,
Durante el primer periodo del gobierno de Santos la economía creció siguiendo a paso rezagado el ritmo de la construcción y en durante lo transcurrido del segundo se deprimió siguiendo su paso desacelerado. Se deduce entonces que el gobierno no aplicó o no acertó en la aplicación de la política económica orientada al aprovechamiento de las capacidades del sector de la construcción para “detener o controlar una recesión”. También hay que dar lugar a la posibilidad de que la economía colombina está afectada por circunstancias que hacen insuficiente una política para el sector de la construcción como instrumento para dinamizar toda la economía.
Bibliografía
- Currie, Lauchlin. (1993) “La teoría en que se basa la estrategia del sector líder”, Cuadernos de Economía, Vol. XIII, Números 18 – 19, Bogotá, 1993, páginas 225 – 230.
- Cómbita, Gonzalo y Durán, Sergio. (2007) “Lauchlin Currie y la teoría del Crecimiento económico”, Observatorio de Macroeconomía para el pleno empleo y la Estabilidad de Precios, Centro de Investigaciones Económicas, Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional.
DANE. (2017) Todas las cifras se calcularon a partir de los reportes estadísticos de esta dependencia del Estado.